Somos una revista independiente que sobrevive gracias a tu apoyo. ¿Quieres ser parte de este proyecto? ¡Bríndanos un café al mes!
rosa-chavez-cardenas

Las heridas que más afectan

Estamos en el mundo para aprender, desarrollarnos y multiplicarnos. Los hijos tenemos la idea de que fuimos creados en un acto de amor y que los padres serán una guía y acompañamiento.

El Día de la Madre en México, es una fiesta nacional de los más importantes para el comercio y las familias. Con la pena, voy a escribir de lo que pocos hablamos pero que muchos sufren. Las heridas que quedan de la infancia y son difíciles de superar. El abandono, el abuso sexual y el embarazo no planeado.

¿Qué sucede cuando el embarazo se dio en una noche de copas, con una persona desconocida? La joven quedó embarazada, confrontados con la culpa y las creencias que les inculcaron se casan; con el tiempo, vendrán las consecuencias. Un día la madre enojada le comenta al hijo “¡Nos casamos por tu culpa!” También sucede con frecuencia: “¡tu padre quería que te abortara¡” Que daño para el hijo escuchar sus frustraciones.

Las heridas en la infancia dejan huellas difíciles de superar, la psique queda afectada, se percibe la falta de confianza en sí mismos y las fluctuaciones en el estado de ánimo. Les deja un vació existencial que tratarán de suplir con comida, fármacos, compulsiones y variedad de adicciones. La crisis existencial surge con la carencia de bases en la infancia: falta de amor, cuidados, valores, límites y disciplina. La autoestima queda afectada al carecer de bases sólidas y un marco de referencia que los guíe.

La otra herida, el abandono, las circunstancias pueden ser varias. Un padre que no acepta la paternidad, una madre adolescente que no tiene idea de lo que es ser madre. Actualmente se da con mucha frecuencia, la madre que abandona a sus hijos para buscar otras experiencias. Mujeres que no aceptan el compromiso y no saben cómo llenar su vacío existencial.

Un fenómeno muy frecuente para tomar en cuenta es la compulsión a la repetición. Jovencita se embaraza a temprana edad y su hija repite el modelo de la madre.

Otro trauma que deja huella es el abuso sexual. Sucede muy a menudo, la mayoría de las ocasiones a manos de los familiares cercanos. Me enteré como terapeuta del caso de un abuelo que ha violado a la mayoría de sus nietas, su hija se negó a que lo denunciaran, argumenta que es su única familia y que lo maltratarían en la cárcel. Al divorciarse, la madre la abandonó y desde niña se quedó a vivir con su padre.

“Madre solo hay una” lo escuchamos de manera frecuente, efectivamente la madre biológica solo es una. Es doloroso tener que aceptar que la madre y el padre no siempre son el mejor ejemplo, pero, no es indispensable que lo sean. Todo tiene solución cuando hay sustitutos, personas amorosas que suplen el papel de los padres. En la vida adulta, la responsabilidad de ser felices y productivos es nuestra a pesar de las circunstancias. No hay necesidad de dejar las heridas abiertas y cargar con el sufrimiento. El primer paso es aceptar que se necesita ayuda, el segundo es buscar al terapeuta justo. Mucho cuidado, al estar vulnerables se corre el riesgo de quedar atrapados con personas que se aprovechan de las circunstancias. Hay que buscar a profesionales con ética. Tampoco se debe permitir ser encuadrados en patologías mentales para las cuales se recetan fármacos. Lo importante es conocer la causa de las heridas, comprometerse en una terapia sin quedar atrapado en dependencias. La vida nos pone obstáculos, tomarlos como aprendizaje es parte del crecimiento mental y espiritual.

Hey you,
¿nos brindas un café?