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La energía vital, fuente de vida

Inmersos en la incertidumbre, el miedo, el dolor de las pérdidas por la Coronacrisis, en el aquí y ahora concebimos lo vulnerable que somos los seres humanos.

En el opuesto se encuentran los que se sienten invencibles, los sedientos de ambición, de poder, los pocos que dirigen el destino del mundo y para sus fines abusan de quienes luchan por la sobrevivencia. Inmersos en el caos, volteamos la mirada hasta encontrar la poesía que invita a soñar y la energía vital. Ambos son la luz de la esperanza.

Albert Camus, escritor francés, Premio Nobel (1957) publicó una colección de ensayos inspirados en la guerra que había vivido. En lugar de llorar y resignarse a la muerte del espíritu, luchó por la supervivencia de la esperanza. Esa virtud es lo que nos hace encontrarle sentido a la vida y a la propia existencia cuando nuestro mundo ha sido devastado. En el Verano Invencible, invita a reflexionar: “En medio del odio descubrí que había, dentro de mí, un amor invencible. En medio de las lágrimas descubrí que había, dentro de mí, una sonrisa invencible. En medio del caos descubrí que había, dentro de mí, una calma invencible. Me di cuenta a pesar de todo eso… en medio del invierno descubrí que había, dentro de mí, un verano invencible. Y eso me hace feliz. Porque no importa lo duro que el mundo empuja contra mí; en mi interior hay algo más fuerte, algo mejor, empujando de vuelta”.

Esa energía de vida que lucha por la sobrevivencia se defiende de los invasores. Me di a la tarea de buscar sinónimos. La energía, según la física, no se pierde, ni se destruye; se transforma. El aura, está formada de luz y calor, es la expresión visible de la energía que forma parte de los seres vivos. El Prana, para los hindúes, es la energía de la que está compuesto el universo, la fuerza creadora. En Japón y China, Ki, Qi, energía, presencia, voluntad, salud, mente, respiración, circulan por canales energéticos o meridianos y el yin y el yang son los opuestos complementarios. El Qi se encuentra en todos los objetos, hasta en las piedras.

Los chacras, son centros de energía que giran continuamente, por su centro fluye la energía vital dividida en siete corrientes. El Tao, para la filosofía china, representa el camino.

La Fuerza Vital en Homeopatía es la energía que da vida y equilibra los sistemas: mental, físico, emocional. En Psicoanálisis, libido y Eros, término del griego que se utiliza para describir una fuerza que denomina las pulsiones de vida (en contraparte a las pulsiones de muerte, Thanatos). La Vibra positiva en la práctica esotérica, es la que envía y transmite buenos deseos.

La energía existe en nosotros, el sistema nervioso funciona a base de energía, la tarea es saber aprovecharla, alimentarla y cultivarla como fuente de vida. Es necesario, observarnos dentro, para desarrollar la percepción y la sabiduría de la intuición. La energía interior, se estimula, vibra, se potencia cuando nos miramos dentro, en silencio. El pensamiento racional, sin el sentimiento, es un obstáculo para el desarrollo de esa fuerza invisible, tan poderosa. Relajados en la meditación, el cuerpo físico, mental y emocional se equilibra, es capaz de sanar enfermedades, volver al equilibrio y liberar emociones reprimidas.

El amor, la música, el buen humor, el optimismo, el arte en todas sus manifestaciones, son potenciadores de la fuerza interior y se aplican en cualquier actividad. En la contingencia por el Coronavirus, el miedo nos mostró lo verdaderamente importante. Deja de limpiar el exterior, enfócate y limpia tu casa interior, desecha el sufrimiento, recicla los buenos sentimientos, sana tus heridas, perdona, suelta los apegos a las cosas, agradece y vive el presente. En esta gran lección tan dolorosa nos acompaña Mario Benedetti: “Somos sobrevivientes de un naufragio colectivo, nos sentiremos dichosos solo por estar vivos y le daremos un abrazo al primer desconocido”. Confía en la fuerza interior, sal al encuentro de los otros, comparte tu energía renovada, la buena actitud se contagia.

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