Maracaibo fue la primera ciudad de Venezuela en tener alumbrado eléctrico. Se inauguró el 24 de octubre de 1888, con motivo del centenario del natalicio del General Rafael Urdaneta. Ello fue producto de un contrato con la The Maracaibo Electric Company, que era la segunda en Latinoamérica en prestar este servicio público.
Fue Thomas Alva Edison (1847-1931) el hombre que transformó la noche en día con este importante invento. En 1924 el servicio eléctrico estuvo a cargo en el Zulia de la empresa canadiense Canadian Internacional Power. Desde 1940 cuando todo pasó a manos de ENELVEN y el centralismo, que tanto daño le ha hecho al Zulia, tomó a su cargo los kilovaticos haciendo depender a esta región tan prospera, del sistema interconectado nacional. Perdimos entonces calidad en el servicio y la autonomía que se nos prometió desde 1830 cuando nos unimos a Venezuela.
La electricidad en la actualidad es una tragedia y el Zulia es el Estado más castigado por la dictadura de Nicolás Maduro. Se cuenta en millones de dólares las perdidas por la falta del servicio en comercio y hogares. Con los llamados bajones los hogares han perdido cientos de electrodomésticos sin que el gobierno responda por los daños causados.
Las calles por las noches se convierten en “bocas de lobo” con la oscuridad que aprovechan los ladrones para cortar los cercados eléctricos, entrar en hoteles, restaurantes, bancos, hogares y escuelas. La prensa, la radio y la televisión amenazadas por la dictadura no pueden dar noticias con la dimensión de los delitos que se cometen con estos apagones no avisados, que se producen de día, noche y madrugadas.
El chavismo ha destruido el país. Es el mismo que aquí llamado Socialismo del siglo XXI, arruinó a la Europa del Este después de la segunda guerra mundial; que acabó con Cuba que era para 1959 el país más prospero de la América Latina; que en 1973 produjo un desastre en Chile; que obligó a la antigua Unión Soviética a disolverse y darle la libertad a los quince países que integraban ese superestado; que provocó la caída del muro de Berlín en 1989 y que recobraran su libertad y democracia los países de la Europa del Este, sin que hasta ahora en ninguno de ellos existan manifestaciones para que vuelva el comunismo.
El Zulia necesita un líder que lo convoque a recuperar su autonomía. Seguir dependiendo del querer de Miraflores es condenarnos a una penuria permanente. No aguantamos más. Al grito de Zulia libre debe prenderse un gran movimiento que nos una y le diga al nicolato que llegó la hora de la verdad.
Fue una burla al Zulia decirnos primero con los cortes de electricidad de horas que ello era producto de una falla de la interconexión Yaracuy-Zulia y después decirnos el Ministro Mota Domínguez que los culpables eran de la oposición que le habían tirado a las estaciones de electricidad bombas molotov. No podían volver a usar la iguana y las lluvias como excusa. La mentira tiene patas cortas.