Somos una revista independiente que sobrevive gracias a tu apoyo. ¿Quieres ser parte de este proyecto? ¡Bríndanos un café al mes!

La Ansiedad en tiempos del Coronavirus

La humanidad enfrenta una crisis de grandes dimensiones, una guerra sin misiles. El enemigo es un virus llamado Coronavirus. Las decisiones que tomen en los próximos meses los gobiernos cambiarán el sistema de salud: la economía, la política, cultura y educación.

El ser humano es tan vulnerable que, en la era moderna, con tantos adelantos científicos y tecnológicos, bastó un virus para poner de cabeza a todo el orbe. A los gobiernos les tomó por sorpresa la expansión tan rápida del contagio. Surgieron teorías de conspiración entre países, y en realidad falta tiempo para saber las verdaderas causas de la pandemia. Lo que enfrentamos ahora es incertidumbre mientras crece el número de fallecimientos.

La tecnología acorta el tiempo para detectar cadenas de infección; sin embargo, los países en desarrollo no cuentan con estas herramientas. La única solución viable en este momento es el confinamiento en las casas y la distancia entre personas.

Al no existir certezas, tenemos que recuperar la confianza que hemos perdido, hasta en nosotros mismos. Muchos los factores que están a la base de nuestra desconfianza, entre ellos el hedonismo, la permisividad, el consumismo, los malos gobiernos, algunos medios de comunicación y también la ciencia cada vez que se vuelve más dishumana.

Las redes sociales parecieran haberse convertido en el medio de comunicación más democrático; sin embargo, son tan manipulables que es muy difícil discernir entre los mensajes falsos y las noticias verdaderas.

Ante la impotencia que genera la emergencia, los gobernantes se aprovechan del miedo y algunos toman el camino del autoritarismo. La pandemia y la crisis económica son problemas globales y solo serán resueltos mediante la cooperación. La crisis cambió nuestro estilo de vida, todos los eventos se han suspendido, hasta las Olimpíadas. Anteriormente había ocurrido solo durante la guerra mundial.

Tenemos que ser solidarios, no quedar atrapados en la xenofobia y señalar a los extranjeros como si trajeran la peste. Mucho cuidado con los prejuicios.

Desgraciadamente tenemos autoridades narcisistas como Trump y López Obrador, que no aceptan sus equivocaciones y en lugar de tomar conciencia de sus errores y enmendarlos, culpan a los demás. El presidente de México, no deja de culpar a los conservadores, critica a los empresarios que son junto con la clase trabajadora los que sostienen a este país y que quedarán muy afectados por la crisis económica. El petróleo en este país ya no es una fuente de divisas, sino un barril sin fondo.

No se olviden, tenemos un arma muy poderosa: nuestro sistema inmunológico y solo necesita buena alimentación, manejo del estrés, control del miedo y evitar ingerir muchos fármacos. La vacuna no será la única solución que nos salvará de las epidemias.

El coronavirus tiene muchas familias, la gripe, el resfriado son de su misma familia y depende de los cuidados que tengamos para evitar que sean fatales. Lo más recomendable es mantener reposo y aislamiento.

Es un hecho, el planeta se está depurando, somos demasiados habitantes aglomerados en ciertas regiones. La tierra nos expulsa, el calentamiento global es una manera de depurarse, sobreviviremos los más fuertes. Es una ley natural que se ha demostrado a lo largo de la historia.

Cuidado con la psicosis colectiva, el miedo es un instinto de sobrevivencia, la ansiedad la creamos, dándole vuelo a la imaginación. Miedo y ansiedad juntos debilitan el sistema inmunológico y eso permite que entren los invasores, como el Covid-19 para el cual aún no tenemos anticuerpos.

La mejor manera de protegernos son la alimentación, la actitud mental, el optimismo, la paciencia y confiar en el sistema inmunológico. Es importante lavarse las manos, aunque en exceso se vuelve un trastorno obsesivo. En cuanto a la limpieza de la casa y del lugar de trabajo hay una frase que pareciera una paradoja pero es cierta: «Que tu casa esté tan limpia para que estén todos felices y tan sucia que les permita estar sanos».

Vamos a descubrir si el encierro en nuestras casas nos hará más solidarios o más individualistas.

Hey you,
¿nos brindas un café?