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Rosa Chávez
Rosa Chávez

Historias de una pandemia. Guadalajara (México) desde la ventana

 

Reflexiones, vivencias, aprendizajes, temores. Así vivimos el coronavirus en ViceVersa Magazine.

 

Rosa Chavez, psicóloga y homeópata

Como en todos los países con estructura federal, también en México los gobiernos locales, sin alejarse de los lineamientos de la administración central, tomaron decisiones propias para enfrentar la pandemia generada por el Covid-19.

Es lo que nos explica Rosa Chávez, psicóloga y homeópata, quien viven en Guadalajara, la ciudad más grande del estado de Jalisco. Aquí el gobierno decretó la cuarentena mucho antes que en otros estados y considera que, gracias a estas medidas, logró reducir el número de contagios y de muertos, número por debajo de los que registra Ciudad de México, epicentro de la pandemia.

Rosa Chávez subraya la firmeza con la cual la policía vigilaba la correcta aplicación del confinamiento llegando, a veces, a extremos criticables.

“Las personas no pueden salir sin tapabocas y en las entradas a la ciudad la policía mide la temperatura a todas las personas que llegan con los carros. Las playas están cerradas y hasta la actividad del puerto de Manzanillo, muy importante, ha disminuido. Nunca vimos controles tan estrictos a pesar de tener mucha delincuencia. En los próximos días es muy probable que estas medidas empiecen a suavizarse”.

Las calles de la ciudad siguen con escasa circulación de peatones y muy poco tráfico. Hay urbanizaciones, como la de Rosa, en las cuales se ven solamente colas larguísimas de personas con guantes y mascarillas, fuera de los negocios de alimentos. Y, aun cuando las medidas de confinamiento empiecen a ser menos estrictas, la gente probablemente optará por quedarse en casa por el miedo a volver a la calle.

 

Rosa Chávez

 

“Las personas están muy asustadas, prefieren hacer las compras por internet y así evitar salir. Preveo muchas secuelas causadas por la ansiedad, la depresión y algunos trastornos compulsivos, como por ejemplo el de lavarse las manos a cada momento. Hay familias que, aun estando sanas, viven en una misma casa, pero ocupan espacios diferentes, duermen en camas separadas, casi no se ven y no se tocan. Es increíble el grado de pánico al que hemos llegado. Muchos de mis pacientes prefieren hablarme por teléfono y en algunos casos les envío medicamentos homeopáticos con el servicio de moto, para controlar la ansiedad”.

Rosa Chávez considera que, además de la emergencia sanitaria, lo que preocupa a la mayoría de los mexicanos es la crisis económica.

Muchos negocios e impresas tuvieron que cerrar. Hemos visto videos de empresarios quienes, después de 50-60 años de actividad, admitieron entre lágrimas que no podían seguir, que no tenían como mantener los gastos. Eso significa que muchas personas se están quedando sin trabajo. Es una situación que crea un clima de gran incertidumbre”.

Confiesa que ella misma, al percibir la crisis que se avecinaba, tuvo unos días de angustia y depresión.

“Finalmente una mañana en la cual me sentía particularmente mal, decidí dedicarme a una actividad física, la limpieza del jardín. En cuanto empecé a hacerlo rompí a llorar y lloré durante todo el día. Entendí que la situación actual me estaba activando otras memorias ligadas a un momento particularmente difícil, la crisis de 1994 que vivió México durante los primeros días de la presidencia de Ernesto Zedillo. Esa crisis nos tomó casi por sorpresa y fue muy pesada para mí y para mi familia. Hay personas que nunca se recuperaron y empresas que no volvieron a abrir. De todas formas, si bien mi memoria emocional se haya conectado con ese recuerdo doloroso, estoy convencida de que en esta ocasión la recuperación va a ser más rápida ya que la crisis es mundial”.

Con su visión holística de la medicina, al ser psicóloga y homeópata Rosa Chávez considera que en la mayoría de los casos el coronavirus se puede tratar con la medicina alternativa, es decir con tisanas, medicinas homeopáticas y una vida saludable. En los casos más graves esta medicina puede igualmente coadyuvar la alopática.

 

Rosa Chávez

 

“En enero, cuando todavía no se hablaba de Covid-19, mi hijo estuvo muy enfermo con dolores de cabeza agudos y temperatura alta. Fiel a mis conocimientos, lo curé poco a poco con tisanas diferentes, algunos alimentos específicos y medicinas homeopáticas. La fiebre logré bajársela con frotaciones hechas con un paño húmedo. A los pocos días se fue recuperando y lo llevé a un médico otorrino muy famoso, que es un gran amigo, para que le revisara las vías respiratorias. Tras el examen me dijo que pulmones y bronquios estaban muy bien y que podía seguir curándolo como había estado haciéndolo hasta ese momento. Recuerdo que, al día siguiente, al aflojar la tensión que me había tenido en vilo hasta ese momento, empecé a botar agua de la nariz. No tenía resfriado ni malestar alguno, era como si hubieran abierto un grifo dentro de mi nariz. Estoy segura de que era mi propio sistema inmune que se estaba limpiando del virus”.   

Rosa Chávez aconseja, en general, mantener el cuerpo sano, agregando también determinados alimentos que son ricos en vitamina C, D, B6 y A o son antibacteriales naturales como el jengibre, la cúrcuma, la pimienta y la canela. Y sobre todo mantener sana la mente.

Hay personas que pasan todo el día mirando las noticias y compartiendo informaciones sobre muertes y contagios por coronavirus. Eso puede resultar muy dañino. Mucho más positivo es pensar en quien está peor que nosotros y de qué manera podríamos ayudarlos. En México muchas personas lo están haciendo. En Guadalajara hay varias muestras de solidaridad. Por ejemplo, un grupo de mujeres se unió para crear un fondo que depositan en la cuenta de un negocio al fin de proveer alimentos a las familias más necesitadas. Otras decidieron seguir comprando las verduras y una bebida de masa de maíz fermentado que preparan unos indígenas provenientes de Chiapas y Oaxaca quienes, después de la cuarentena, se habían quedado sin compradores y por lo tanto sin ingresos para sus familias. El dueño de uno de los hoteles más antiguos e importantes de la ciudad, quien en un primer momento se vio en la obligación de despedir al personal, decidió preparar tamales y explicó que los hacía para recolectar dinero y así poder seguir pagando los sueldos a su personal. Todo el mundo respondió con gran generosidad y no solamente compran tamales para su consumo sino también para donarlos a los hogares para niños y ancianos, a los hospitales etc. Ahora todo el personal del hotel está trabajando de nuevo. Son ejemplos del que podemos definir el aspecto positivo de este momento tan difícil para todos. Esperemos que todo el mundo entienda que no hay que perder la esperanza y que, si trabajamos juntos, si volcamos nuestra energía hacia la solidaridad en lugar de quedarnos estancados en nuestros propios problemas, lograremos superar antes y mejor tanto la crisis sanitaria como la económica”.

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