Reflexiones, vivencias, aprendizajes, temores. Así vivimos el coronavirus en ViceVersa Magazine.

 

Mery Godigna Collet, artista conceptual

Cuando dijimos a la artista conceptual Mery Godigna Collet que nos hubiera gustado hablar con ella para que nos contara cómo se estaba viviendo la pandemia en Austin (Texas), ella, antes de nuestra conversación telefónica, nos envió un texto escrito que vamos a reproducir en esta entrevista. Decía así:

“A mí nunca me ha gustado vivir en Austin. Carece de la efervescencia cultural que me complace. Es, al fin y al cabo, simplemente un pueblo tejano. Siempre he pensado que eso se resuelve viajando. Pero poca diferencia hace ahora en tiempos de pandemia. No se puede viajar y de hacerlo, de nada serviría.

En lo que a naturaleza se refiere, carece de mares y océanos. El mar está tatuado en mi ADN, pero igual, esto también se puede resolver viajando… pero no en estos tiempos.

El clima de Austin es infame en verano y el invierno es difícil de definir. Si bien es “ligero” es muy cambiante.  Un día bajo cero, luego 3 días el lago lleno de gente tomando sol y nadando y al fin de la semana otra vez bajo cero…

 

 

Lo que sí encuentro encantador es el espíritu comunitario del Texano. Ese espíritu del pionero, colaborador, de ayuda y de contribución. Se ha visto en muchas ocasiones ante desastres naturales y tal vez el ejemplo más reciente sea el huracán Harvey.  El Texano siempre está listo para ayudar en cualquier situación.

En estos tiempos de pandemia, tal vez sea este espíritu mucho más importante que cualquier otra cosa.

Antes de la orden de mantenerse en casa, ya los vecinos estaban organizados, recopilando datos de nombres, número de habitantes, contactos y requerimientos especiales.

Más tarde, comenzaron las ofertas de ayuda, bien fuera de transporte en casos especiales, de compras de medicinas o comida, cuidando niños o mascotas de trabajadores esenciales, ayuda ante casos de angustia o depresión, ayuda a los bancos de comida… hasta prestar la cortadora de grama si el jardinero no puede venir.

Como mecanismo de distracción, se comenzó un intercambio de platos preparados, solo recetas calientes para evitar contagio, con receta incluida. Nadie se atrevió a proponer libros o películas, ya que esto puede herir ciertas sensibilidades. Para mi grata sorpresa, ¡descubrí que la mitad de mis vecinos son vegetarianos!

 

 

Máscara, 2 metros de distancia… pero los ojos son el reflejo del alma. Vi ojos nobles, dispuestos a vencer la adversidad con positivismo. Hoy veo ojos ansiosos, angustiados… miedo. ¿Cómo vencer la adversidad si es desconocida? ¿Cómo, cuándo, dónde?

He aprendido a ver a Austin con menos desdén. Como artista, la soledad es preciada. El retiro. Pero la soledad impuesta por la pandemia puede ser aterradora. Aquí, en Austin, hay un sentimiento de pertenencia, de intimidad, de sociedad.”

Palabras que nos dejaron sorprendidos ya que los clichés que conocemos de Texas nos muestran a una población individualista y bastante xenófoba.

“Sin duda en algunas áreas de Texas la xenofobia es bastante visible. Sin embargo, en Austin no existe. Aquí hay una población estudiantil, muy joven y de todo el mundo. En cuanto a la solidaridad, sí, es una característica que une a los texanos. Lo vemos cada vez que hay que enfrentar una emergencia. En esos momentos nadie te pregunta de dónde eres ni qué color de piel tienes. Todos se ayuda con gran generosidad. Según mi opinión eso deriva del hecho que en Texas la población vive en ranchos muy grandes y alejados los unos de los otros. En ese contexto todos saben cuán importante y necesaria es la solidaridad entre vecinos”.

 

 

Mery Godigna Collet está dedicando estos días a la observación e investigación, para luego expresar con su arte lo que ha podido absorber a raíz de esta experiencia.

“Mi arte es dar respuestas a situaciones y circunstancias. En este momento es tanta la incertidumbre que sería imposible dar respuesta alguna así que estoy volcada hacia la observación. Quiero estudiar la reacción que le estamos dando socialmente a la pandemia. Me preocupa el aumento impresionante en la venta de armas. Sin embargo, a pesar de todo, me siento muy positiva. Tengo una gran confianza en las nuevas generaciones. Sus valores son diferentes, más frugales y creo que van a promover un cambio profundo. Estoy segura que el aporte de las mujeres, en esta etapa, va a ser fundamental. Las jóvenes de hoy tienen un poder, una capacidad de convocatoria que no tuvieron las pasadas generaciones. Hay ejemplos importantes: Malala, Greta, Emma González. Hay que subrayar, también, que los países gobernados por mujeres son los que han reaccionado mejor a la emergencia causada por el Covid-19. Creo también que la pandemia pondrá en crisis a los populistas quienes están acostumbrados a hablar y a prometer. En este momento tienen que actuar y sus debilidades se volverán evidentes como nunca. Los cambios van a ser lentos, pasaremos por una crisis profunda, pero los resultados finales serán positivos. Miro hacia el futuro con gran optimismo”.