Las enfermedades cardiovasculares y sus complicaciones generan un gran costo para el sistema de salud. Uno de los principales síntomas que hay que tomar en cuenta es la hipertensión y entender que esas enfermedades, sin atención, pueden ser causa de muerte. Sin embargo en el ochenta por ciento de los casos se pueden prevenir manteniendo un estilo de vida saludable.
Son varios los factores de riesgo: el estilo de vida, el estrés, la diabetes, la vida sedentaria, el colesterol y la obesidad -cuanto mayor es el peso, más sangre se necesita para suministrar oxígeno y nutrientes a los tejidos- y muchas las complicaciones: infarto al corazón, enfermedad renal, daño ocular y derrame cerebral.
La hipertensión es un trastorno común y depende de la presión de la sangre contra las paredes arteriales, tanto de la cantidad de sangre que bombea el corazón como de la cantidad de resistencia al flujo de la sangre en las arterias. Cuanta más sangre bombea el corazón, y más estrechas las arterias debido al colesterol, tanto más alta será la presión arterial. El estilo de vida cumple una función importante, es necesario controlar el peso y cuidar las medidas de la cintura. Bajar de peso es uno de los factores de prevención más eficaces para evitar enfermedades como la temida diabetes y el hígado graso.
El estrés, provoca un aumento temporal o permanente en la presión arterial. Los factores que incrementan el estrés son varios: la competitividad, el tráfico, las deudas económicas, la inseguridad, los corajes acumulados, el mal dormir y las relaciones familiares conflictivas y laborales. Otros son factores agregados que provienen del ambiente que nos rodea, las crisis económicas, la incertidumbre, el temor a perder el trabajo. En este momento en México se agregan la polarización, la desconfianza, y el resentimiento que estamos viviendo como sociedad tras el cambio de gobierno.
Es mucho lo que hablamos del estrés y poco lo que tomamos en cuenta. El estrés es la energía que mueve a todos los seres vivos, la tarea es aprender a controlarlo para no saturarnos al grado de somatizarlo en enfermedades. Es un hecho, vivimos el principio del placer sin medir consecuencias, la vida sedentaria, y el consumismo. Buscamos la pastilla que resuelve todos los males, sin tomar en cuenta sus daños secundarios. Para quien desee llegar a viejo con buena calidad de vida aquí les van unas recomendaciones: controla las emociones, no dejes que se acumulen las frustraciones, delega y aprende a poner límites a ti mismo y a los demás. La actividad física: caminar, trotar, andar en bicicleta, nadar, bailar, reduce la hipertensión. Hay que cuidar la alimentación, beber dos litros de agua diariamente, ingerir cereales integrales, frutas, verduras, reducir las grasas saturadas y los alimentos que contienen colesterol. Dedica un tiempo para analizar qué es lo que te estresa: el trabajo, la familia, las finanzas, las enfermedades, la falta de amor, la vida aburrida, el control de todo y de todos, la delincuencia y sus peligros, las deudas. Una vez que conozcas las causas, piensa cómo podrías eliminarlas o reducirlas, no dudes en buscar apoyo, acude a terapia.
Sé honesto contigo, las enfermedades psicoemocionales no son debilidades, son inherentes a los seres humanos.