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El hambre se está comiendo a niños y adolescentes

Una joven liceísta puso en aprietos al presidente Nicolás Maduro al decirle públicamente que 450 estudiantes pasaban el día sin comer porque eliminaron el programa de alimentación. El mismo día reportaron la muerte de 4 bebés por desnutrición.

 

Una adolescente, sin malicia alguna en su tono de voz, le dijo al presidente Nicolás Maduro que sus compañeros de estudios se desmayan de hambre y que su liceo, la U.E Benito Canónico, en Guarenas, estado Miranda, se estaba cayendo.

Eso fue el domingo 5 de febrero en una transmisión en vivo por la televisora oficial.

La joven de 16 años hizo una serie de peticiones a favor de su centro de estudios y de la comunidad: seguridad, vigilancia, arreglo de la infraestructura del liceo e insistió en lo del comedor y en el restablecimiento del programa alimentario que, según afirmó, tenía dos años suspendido.

La petición pública al Presidente era el último recurso, la última esperanza del personal docente y de los estudiantes del Benito Canónico. Ya habían enviado informes a organismos oficiales y habían protestado en la calle sin respuesta alguna.

“Lamento que haya tenido que venir para acá para saber esa verdad”, dijo Maduro.

Parte de esa verdad es que el gobierno nacional se durmió en los laureles del reconocimiento que en el 2013 recibió Venezuela de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) por haber reducido, antes de lo previsto, a más de la mitad los índices de desnutrición; una meta estipulada en la Cumbre Mundial de la Alimentación (CMA) y en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

Según la FAO, Venezuela alcanzó esa meta porque existía acceso y disponibilidad de alimentos y también gracias a los proyectos de alimentación escolar y las Casas de Alimentación.

Todo fue quedando en tiempo pasado. En noviembre de 2015, el gobierno nacional anunció “una reducción significativa de las Casas de Alimentación” para el 2019. Argumentó la entonces Vicepresidenta para el Desarrollo Social, Gladys Requena, que «gracias» a esta política social ya «se ha superado la situación de pobreza de forma progresiva», afirmando que la reducción de las Casas de Alimentación en los últimos años «dan cuenta de que a menos casas hay menos demanda en el sentido de atender las necesidades de nuestro pueblo más pobre (…) ha habido mayor acceso, se ha universalizado más la alimentación en nuestro país» (Instituto Nacional de Nutrición, 06/11/2015). (1).

Se redujo el número de Casas de Alimentación y el servicio de comedores escolares. También el acceso y la disponibilidad de alimentos. En la Venezuela de hoy es necesario hacer largas colas para conseguir alimentos a precios regulados. Y quien hace esas colas no tiene tiempo para trabajar.

 

Los niños también se desmayan

Un grupo de docentes -que pidieron mantener sus nombres en reserva por temor a represalias- aseguró que cada vez son más los casos de niños que se desmayan en clase o que dejan de asistir al colegio porque no tienen qué comer.

En el colegio San José Obrero, en Antímano, la inasistencia escolar pasó de 25% a 45%: “Cuando llamamos a los representantes para verificar la causa de la ausencia, comentan que no hay comida en el hogar o no hay dinero para comprarla, o que los niños no cenaron y se sienten mal”.

En el colegio Juan Pablo II, las inasistencias pasaron de 10% a 30% entre 2015 y 2016. En este plantel, por el día de la alimentación, se hizo una dinámica donde los niños debían dibujar qué comían en casa. “Nada”, fue la respuesta de muchos. (2)

¿El presidente Maduro tendrá que visitar todas las escuelas de Venezuela “para saber esa verdad?

 

Y se mueren

Dos días antes de que el presidente Maduro se enterara de lo que ocurría en la U.E Benito Canónico, desde San Félix, estado Bolívar, reportaban que “en lo que va de año cuatro bebés han muerto” en esa localidad. La historia de los pequeños tenía similitudes: familias numerosas, pobreza y dietas sin leche materna. (3)

Aunque en Venezuela no existen cifras oficiales recientes de la mortalidad infantil y sus causas, Pablo Hernández, nutricionista de la Fundación Bengoa, asegura que los hospitales reportan aumento de las muertes por desnutrición.

En el Hospital de Niños José Manuel de los Ríos, en Caracas, se ha cuadruplicado el número de infantes que ingresan con desnutrición grave entre el 2015 y 2016, según Ingrid Soto de Sanabria, jefe del Servicio de Nutrición del referido centro asistencial.

Lo grave de esta situación es que los niños que sobreviven a la desnutrición están propensos a sufrir trastornos neurológicos que podrían influir en la conducta.

 

¿Quién podrá salvarnos?

Nosotros mismos. Pero el tiempo corre y “las tripitas lloran”. Hay soluciones coyunturales como la que aplica la ONG Esperanza para llevar, integrada por un grupo de jóvenes que brindan alimentos a las personas que buscan comida en la basura o la en la calle.

Uno de los integrantes de la organización precisó que “en nuestro caso el alimento es una forma de hacer sentir a esas personas que no están solas, que existe solidaridad, que hay esperanza”.

Esperanza para llevar comenzó en octubre de 2016 con un pequeño grupo de amigos que veían con angustia el hambre y la desnutrición, consecuencias de la inflación y el difícil acceso a los alimentos. Actualmente tiene presencia en Zulia y en la Gran Caracas. “No somos la solución desde el punto de vista físico, pero somos el medio para hacer visibles a esas personas que parecen ser invisibles y darle esperanza a esos niños que no creen en el Niños Jesús”.

Nícmer Evans, sicólogo social, también quedó impactado al ver en un día la cantidad de niños y adultos pidiendo comida en la calle o buscando en basureros.

Eso lo llevó a indagar con el equipo de Visor 360 Consultores, firma en la que trabaja y dirige, una propuesta amplia de asistencia como iniciativa ciudadana, que busca aporta en algo, no solo al hambre de algunos venezolanos, sino que demuestre que es posible tener iniciativas.  Evans precisó que la propuesta será dada a conocer en pocos días.

Por su parte, la Asamblea Nacional aprobó en su sesión del 2 de febrero, la creación de un consejo de emergencia agroalimentaria que en 30 días debe acordar un plan para empezar a resolver el desabastecimiento y la inflación en el país.

El consejo estará constituido por el gobierno, la Asamblea Nacional y los sectores que se encargan de la producción, distribución y comercialización de alimentos”, precisa el documento.

En el debate sobre el tema el congresista Juan Pablo García señaló que el gobierno venezolano se ha dedicado a «expropiar, perseguir empresarios y productores, por lo que tenemos un gran desempleo, ausencia de alimentos y medicinas, inseguridad y la gran inflación, casi de 700%». Para García, lo anterior «nos llevó a la hambruna que está pasando Venezuela hoy».

 

Conclusión

Tenemos claro el problema, las causas y consecuencias. Hay soluciones parciales y a corto plazo: la solidaridad. Soluciones estructurales a mediano y largo plazo: medidas que ataquen la inflación para que exista disponibilidad y acceso de alimentos como cuando Venezuela obtuvo reconocimiento de la FAO. Eso corresponde al Ejecutivo. El presidente Maduro no puede esperar que de nuevo le digan la verdad en un programa de televisión. El hambre no espera, menos la de los niños.


Referencias:

  1. http://informe21.com/blog/nicmer-evans/casas-de-alimentacion-vs-comer-de-la-basura
  2. Información de Sabrina D’Amore, UCAB
  3. http://www.el-nacional.com/noticias/sucesos/cuatro-bebes-fallecidos-por-desnutricion-bolivar-que-ano_79095
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