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Existir en el presente

La salud, la felicidad están en nuestras manos, pero, no siempre es posible alcanzarlas. Cuidar la alimentación y las buenas actitudes es muy buena inversión. La mayoría va por la vida sin apreciar la salud hasta el momento en el cual algo grave le sucede.

Estamos atrapados en las rutinas diarias, preocupados por el salario de un trabajo que nos permite pagar los servicios y los objetos materiales del consumismo. Saturados de preocupaciones acumulamos estrés y tensiones que resultan dañinas para la salud mental. Sería bueno reflexionar si es indispensable comprar un carro de reciente modelo o tener a los hijos en la escuela más costosa cuando los programas de estudio son similares a otras más accesibles.

La cultura consumista nos puede llevar a la autodestrucción. La sabiduría de la antigüedad nos ofrece consejos prácticos destinados a conseguir la armonía de mente, cuerpo y espíritu. En lugar de gastar en fármacos costosos, vacunas y placebos que venden aprovechando el temor a vivir, lo mejor es llevar un estilo de vida saludable. Los que viven para disfrutar la vida, comparten consejos prácticos destinados a recuperar la paz interior y la seguridad en nosotros mismos, hábitos saludables que mantienen el sistema inmunitario en equilibrio.

La alimentación es fundamental. La mayoría come para mitigar el hambre no para nutrirse, maltrata su cuerpo ingiriendo productos industrializados, tabaco y alcohol en exceso así como bebidas azucaradas en lugar de agua. Ingieren pastillas para dormir porque con tantas actividades desequilibraron el ciclo natural, sueño-vigilia. Dormir pocas horas se convirtió en una costumbre generalizada y un gran problema desde que aparecieron el internet y las redes sociales. La adicción a los dispositivos se volvió la más democrática; ricos y pobres están atrapados. La obesidad es una de las consecuencias. Tratando de mitigar ese problema, en China acaban de decretar estrictas medidas para niños y adolescentes sobre el uso de los videojuegos, si bien, paradójicamente, China sea uno de los mercados más grandes de videojuegos. El gobierno determinó que los menores de 18 años no podrán jugar en línea más de tres horas a la semana, después de las ocho de la noche, los viernes y los fines de semana. A tal fin incrementarán la supervisión de las empresas de videojuegos. El líder Xi. Jinping lanzó la campaña contra lo que considera influencias nocivas, que llamó el “opio espiritual”.

Los cerebros acelerados, son una condición generalizada, el déficit de atención no es una patología que afecta solamente a los niños, es el resultado de tantos estímulos así como de la inseguridad y la incertidumbre en las cuales vivimos. Los pensamientos pesimistas y negativos afectan la salud de todos los órganos. Una mente saturada con pensamientos que expresan miedo, rabia, resentimiento, avaricia, afecta la fisiología de todos los órganos, la felicidad y la productividad.

Atrapados en las redes ya hasta se les olvidó a muchas personas, sobre todo jóvenes, que el placer sexual con amor es uno de los mejores nutrientes, es gratuito, solo se necesita despertar los sentidos, disfrutar el proceso y no estar preocupados por el final. Requiere de imaginación, erotismo, creatividad, recuerdos, olores, sensibilizar los sentidos: el oído, el tacto. La sensación táctil es particularmente importante y la piel es el órgano más sensitivo de nuestro cuerpo. En la dermis se detectan las caricias.

Las células de Merkel, son una combinación del sistema nervioso y endócrino. Están localizadas en la epidermis, son las más sensibles y sirven para descifrar la escritura Braille. El sentido del tacto es el más confiable para el ser humano, más que la vista, es la forma de certificar la existencia de una persona o un objeto, es por eso que los bebés todo lo tocan y lo llevan a su boca. Cuando sentimos dolor, presión o calor, los receptores envían señales eléctricas y químicas a las neuronas, y luego transmiten el mensaje hasta regiones especiales del cerebro y a las áreas sensoriales. Es cuando hablamos de estímulos.

Es preocupante hoy en día, ver cómo, a causa de los cerebros acelerados, los sentidos más primitivos están desconectados. Eso genera una búsqueda sin saber dónde encontrar la satisfacción. Es un hecho que tenemos que aprender en la pandemia. “La medicina del futuro debe promover hábitos de vida saludables”.

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