Etsuro Sotoo: Entendí de había que mirar donde miraba Gaudí

Tuve el honor de conversar con el gran escultor Etsuro Sotoo, en vídeo conferencia estando él en Barcelona (España) y yo en Guadalajara y entrevistarlo para ViceVerza Magazine. 

Me sorprendieron su calidez y sencillez, a pesar del éxito internacional que acompaña su trabajo. De hecho, dice que no le gusta que le llamen escultor. “Soy picapedrero” nos confiesa con una sonrisa. 

Sotoo tras estudiar Bellas Artes en Kyoto City University of Arts, trabajó un año como maestro. Tenía muchos alumnos; sin embargo, considera que: “ser maestro es muy importante por la huella que dejarás en el alumno”. Luego tomó un año sabático y se aventuró a buscar piedras en otras ciudades. 

Trabajó un tiempo en Alemania, pero no se sintió muy cómodo. Por el contrario, al llegar a Barcelona quedó atrapado por la calidez de la gente y la calidad de la comida. Inició “picando piedra”, poco a poco se fue ganando la confianza de los demás con su trabajo escultórico, hasta que finalmente le encomendaron continuar con la obra escultórica de Antoni Gaudí, en el Templo Expiatorio de la Sagrada familia. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2005 es considerado una de las obras no solo arquitectónica sino artísticas, más ambiciosas de la humanidad. Han transcurrido 140 años desde que Gaudí empezó a darle forma. Sotoo le ha dedicado más de 43 años. 

Considera que fue un trabajo difícil y en el cual sufrió mucho al carecer de más planos de Gaudí. No se sentía con la libertad de planear y tuvo días duros de confrontación personal tanto que estuvo a punto de regresar a Japón. La responsabilidad era demasiado grande, no sentía la libertad ni el derecho de tocar a Gaudí. Hasta que tuvo una idea iluminante. 

“Había que mirar hacia donde miraba Gaudí, una idea tan sencilla pero tan difícil, ya que, mirando a Gaudí, no encontraría a Gaudí”.

Etsuro Sotoo siente un gran respeto por la piedra. Antes de empezar una escultura le pide permiso, convencido de que, si la piedra no se lo permite, se rompe. Según él la piedra es lo más importante, mientras que él es solo la herramienta que le da una bella forma. 

Aprendió de Gaudí a trabajar en equipo. “Nadie puede hacer nada solo, esto es como la ópera, es un trabajo de equipo. La emoción es ver la obra que surge de ese equipo”. 

Para ver desde la perspectiva de Gaudí se convirtió al cristianismo. “Gaudí está en mi corazón y yo estoy en el corazón de Gaudí. A veces siento que me da una palmada en la espalda”. 

Otra de sus obras emblemáticas la realizó en Florencia, tras ganar el concurso mundial para tallar el Ambón (donde leen la biblia) en la catedral florentina de Santa María del Fiore. Han transcurrido 700 años desde el comienzo del Duomo de esa catedral florentina. 

Para completarla faltaban tres obras, el altar, el Ambón y la silla donde se sienta el obispo. El cardenal de Florencia decidió que se abriera un concurso para realizar el Ambón. Ganarlo para Etsuro Sotoo fue un gran orgullo, sobre todo porque considera que Florencia es cuna de la civilización. 

Tras ganar el cardenal le dijo: “Has ganado entre los mejores escultores del mundo y ahora estás entre los mejores de la historia: Leonardo Da Vinci y Miguel Ángel. ¡Compíte con ellos!”.

Luego confiesa: “Mi mejor obra es mi hija. Vive en Estados Unidos, tiene una empresa y gana más dinero que yo, eso sí trabaja mucho”. 

Sotoo ha recibido varios premios, entre los que destacan: el Art of Spirit Award de Lladró, el Cultural Award de la provincia de Fukuoka y el Cultural Award del Ministro de Relaciones Exteriores del Japón, el Premio Michelangelo di Carrara. 

En 2012 el gobierno de Japón le otorgó en Tokio la condecoración por su cometido como divulgador de la cultura japonesa en el mundo. Recibió la Cruz Europea de Oro de la AEFE y el Premio Gaudí Gresol por su brillante trayectoria personal y profesional. En 2018 fue nombrado Presidente de Honor de Acli Spagna. El mismo año fue nombrado también miembro de Honor de la Real Academia del Instituto Balear de la Historia. Pasará a la historia, como un grande entre los grandes. 

Etsuro significa “Hombre feliz” y eso es lo que se desprende de él, la felicidad de hacer lo que le apasiona. Siente un gran deseo de viajar a México para conocer el país y compartir con su gente.