Nada le gustaría más al escritor, filósofo, ensayista, dramaturgo y cineasta, Bernard Henri Levy, que venir a México para hacer un reportaje, sin tintes folklóricos con los que se suele publicar sobre el tema, acerca de la guerra que se libra contra los narcos. Para el autor de “El Siglo de Sartre” (2000), nacido en Argelia, en nuestro país sí existe una verdadera guerra para combatir el crimen organizado, en cambio el intelectual, no está totalmente de acuerdo con la supuesta “guerra” expresión que utilizo Macron para describir la pandemia del Coronavirus. Justamente a propósito del COVID-19, Henri Levy, presentó el 10 de junio, en Francia, su más reciente obra: “Ce virus qui rend fou” de la editorial Grasset, (Ese virus que enloquece).
Para Henri Levy, el balance de esta etapa, que aún continua, es “el primer pánico mundial”. Lo que ha dejado, más que nada, estupefacto al filósofo, ha sido nuestro increíble docilidad para aceptar ciegamente las reglas de un confinamiento que nos ha privado de nuestra libertad, de ir y venir. Confinados como todavía estamos es como estar encarcelados voluntariamente. Para BHL, como todo el mundo lo conoce, el coronavirus representa una enorme responsabilidad y existen enormes riesgos de dejar esta batalla en manos de los médicos y los políticos: es algo que le corresponde a los seres humanos. Al intelectual francés, le parece sumamente extraño que el confinamiento nos haya hecho olvidar no solo todos los acontecimientos funestos del pasado sino incluso las epidemias en los dos últimos siglos. ¿Quién se acuerda de la influenza que acaba de pasar..,,? Incluso todas las guerras presentes como por ejemplo la de Yemen, las de África y Medio Oriente, todas ellas, se han detenido al grito de; « queremos cubre bocas ». El prólogo de su libro, comienza diciendo: “También yo, estaba atónito. Pero lo que más me asombró, no es la pandemia, ya que siempre han existido ese tipo de desastres: la gripa española, con sus cincuenta millones de muertos, muchos más de los que hará, seguramente el COVID-19. (…) No, lo más estrujante, fue la forma tan extraña, con la que reaccionamos. Es esta epidemia, no nada más la de Covid, sino la del miedo expandido en todo el mundo… (…) combatientes, de primera y segunda línea, luchando contra el enemigo invisible… Vimos París vacío, como en el Diario de la Ocupación de Ernst Junger…” Líneas abajo, el escritor, se pregunta que pudo haber pasado? “Una ceguera colectiva como en la novela de José Saramago o una epidemia misteriosa que le pega a una ciudad entera…” Lo que más le intriga al ensayista, es la “extraordinaria sumisión mundial”. ¿Por qué tanta docilidad de nuestra parte? ¿Por qué no protestamos ante tantas reglas? ¡Con que facilidad aceptamos ver nuestra libertad truncada! Te cambio una parte de tu libertad, contra la garantía de la salud. Lo que más teme BHL, es que las adoptemos para siempre con un dejo de “servilismo voluntario” a: prohibido besarse como se besan los franceses en cada mejilla, prohibido saludarse de mano, un gesto de absoluta fraternidad y prohibido convivir con los otros. En suma, una distancia social, la cual cada vez más, nos aleje unos de los otros. “Una humanidad con cubre boca, es una humanidad, de la desconfianza, de la sospecha y un buen día, del odio”, dice BHL. Lo que le parece verdaderamente grotesco, es lo que el Consejo Científico lanzó en relación a un memorial de víctimas del Covid: “Hay un memorial de la Resistencia, de la Shoah y otro del genocidio de Armenia. Los muertos del Covid, como lo son los de cáncer o diabetes, no son mártires de la Historia”.
Estemos de acuerdo o no lo estemos, pienso que la lectura del libro de Bernard Henri Levy, será indispensable para entender mejor lo que ha pasado y por lo visto seguirá pasando. Hasta cuándo, quién sabe…
Por lo pronto, esperemos que el autor de “Las aventuras de la Libertad” venga pronto a nuestro país, para que se cumpla su deseo de escribir un reportaje largo en la revista Paris Match acerca de la guerra contra el narco y nos presente su más reciente obra, cuyo título lo dice todo: “Ce virus qui rend fou”.