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¿Es la microcefalia en los niños causada por el virus zika o por los plaguicidas?

A finales de octubre de 2015, el estado brasileño de Pernambuco, situado en el noreste del país, comenzó a informar un aumento dramático en el número de bebés que nacen con microcefalia, una condición caracterizada por una cabeza y cerebro de tamaño reducido. Los casos en Pernambuco pronto fueron seguidos por otros similares en los estados vecinos de Bahía y Paraíba.

Los casos de microcefalia parecían estar conectados con un brote del virus Zika, reconocido por primera vez en Uganda en la década de 1940. El virus Zika es transmitido por el Aedes aegypti, una especie de mosquito que se desarrolla en las piscinas de agua estancada. Como con la malaria, el dengue y la Chikungunya, los resultados de la infección por el virus Zika produce síntomas similares: fiebre, dolor en las articulaciones y erupciones cutáneas.

Mientras tanto, paralelo al aumento del número de mujeres embarazadas infectadas con el virus Zika se produjo un aumento de los casos de microcefalia en sus hijos. Debido a que en la tomografía computarizada de sus cerebros esos bebés mostraron signos de calcificación -por lo general asociada con una enfermedad infecciosa en lugar de una anomalía genética-, muchos expertos pensaron que su microcefalia fue causada por el virus Zika.

Además, mientras que en 2014 había habido 150 casos reportados de microcefalia en todo el Brasil, se habían notificado 3.893 casos de microcefalia en 2015, con Pernambuco representando casi un tercio del número total de casos. Parecía entonces claro que el virus Zika estaba causando microcefalia en los bebés.

Sin embargo, la doctora Margaret Chan, Directora Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere precaución. «A pesar de una relación causal entre la infección Zika en el embarazo y la microcefalia tengo que destacar que no se ha establecido una relación causal, aunque la evidencia circunstancial es sugerente y muy preocupante», dijo la Dra. Chan.

Al mismo tiempo que se está estudiando el papel del virus Zika en la producción de microcefalia en los niños, algunos ecologistas llamaron la atención sobre el papel de los plaguicidas como posible causa de esta anormalidad en los niños.

Muchos expertos y ambientalistas alertaron sobre cómo algunos productos químicos agrícolas que han sido prohibidos o eliminados en los países más industrializados, continúan siendo ampliamente utilizados en muchos países en desarrollo. Se utilizan sobre todo en el noreste de Brasil, donde se han producido hasta el momento casi un tercio de los casos de microcefalia.

En los últimos años, Brasil se ha convertido en uno de los principales exportadores de jugo de naranja, azúcar, café, carne de res, pollo y soja. Esta enorme producción de esos artículos en Brasil es probablemente debida, en parte, a la amplia utilización de plaguicidas, muchos de ellos altamente tóxicos para los humanos.

Uno de los plaguicidas sospechosos de provocar anormalidades en los niños es el Pyriproxyfen, producido por la compañía Japonesa Sumitomo Chemical, asociada con Monsanto, que tiene una lamentable reputación de producir plaguicidas con efectos tóxicos para los seres humanos. Un grupo de médicos argentinos de la organización Médicos de Pueblos Fumigados que está estudiando el problema emitió un informe donde dice: “Las malformaciones encontradas en miles de niños de mujeres embarazadas que viven en regiones donde el Gobierno de Brasil ha añadido Pyriproxyfen al agua potable no son una coincidencia, aun cuando el Ministerio de Salud acuse al virus Zika por este daño”.

En este sentido, se sabe que la exposición a algunos plaguicidas puede causar una amplia gama de problemas de salud tales como la pérdida de memoria, pérdida de coordinación, efectos en el comportamiento y reducción en la movilidad. Además, pueden causar asma, alergias, cáncer, trastornos hormonales y problemas en la reproducción y en el desarrollo del feto, tales como microcefalia. Los niños están en mayor riesgo de exposición a los plaguicidas debido a su pequeño tamaño y a que su sistema inmunológico no está completamente desarrollado.

Teniendo en cuenta estos efectos tóxicos de los plaguicidas y a que son muy usados en la región noreste de Brasil, no es descabellado pensar que, al menos en algunos casos, la microcefalia puede ser debida al uso excesivo de pesticidas tóxicos y que estos efectos han sido desenmascarados/amplificados por la infección por el virus Zika. También es posible pensar que la microcefalia en los niños puede tener un origen multifactorial.

Esta situación plantea la necesidad de investigar con urgencia y más a fondo los efectos tanto del virus Zika como de los plaguicidas como la causa de la microcefalia en los niños, y la necesidad de las autoridades de salud pública de los países más amenazados por este virus de coordinar las acciones para el control más eficaz de esta epidemia.


 

Dr. César Chelala es un consultor internacional de salud pública.

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