A Noelle Supervielle
Qué dicha más antigua
incomparable
te embarga en este tiempo
si compartes con Safo, Dante
y Homero
el piélago de sombras
lejos, entre los muertos.
Allí estás, solícita y mortal
escribiendo una historia visceral
una oda, un relato, el final
de la novela,
esa pisca de penosa sonrisa
y alegre dolor
que habitaba tus cuentos.