El estado de languidez está relacionado con las reacciones emocionales en las cuales sientes que estás estancado, sin energía, con apatía y falta de pasión por las actividades habituales. Se pierde incluso el deseo sexual. Es también llamado estado de anhedonia, y los síntomas son la falta de placer por las actividades que antes te emocionaban, como salir con los amigos a beber una copa, jugar tu deporte favorito, asistir al gimnasio. Es como si de pronto te dieras cuenta de que no tienes ni ganas de hablar ni de ver gente. Las personas se quejan de un vacío, sienten que han perdido su propósito de vida. Sin embargo, no encuentran realmente la causa de su estado emocional. Actúan como un robot programado, hace sus obligaciones en automático: despiertan, toman un baño, beben un café, no tienen apetito, medio desayunan, se trasladas al trabajo o a la escuela porque su obligación es asistir, estar en presencia.
Otro síntoma es que la mente está distraída, si bien vea varios mensajes no recuerda ni lo que leyó de último. A veces preguntas a los demás cosas como: “¿qué día empieza y que costo tiene el curso?” Y los otros le contestan que en el poster viene toda la información. De pronto vas manejando siguiendo la misma ruta de siempre, y cuando estás casi a punto de llegar te das cuenta de que tenías que ir de compras al supermercado.
La languidez es un modo de evasión, una manera de regular el sistema nervioso saturado de redes sociales, de números, de preocupaciones, de atender a pacientes, a clientes exigentes, desmotivado porque solo escuchas quejas, reclamos. Es un modo de estar presente pero ausente. Es una herramienta que utiliza el cerebro para evadirse, para desconectarse del mundo, hay una disociación, una sensación de no pertenencia. Es como entrar en estado de anestesia, de desconexión en el que no sientes ni tu cuerpo, si tienes colitis crónica, hasta el intestino está perezoso.
La languidez es un llamado de atención, son síntomas, señales que anteceden la depresión. Para entenderte mejor puedes preguntarte si estás en proceso de duelo, algo que a cada persona y dependiendo de la pérdida, le lleva entre ocho meses y un año superar.¿Cambiaste de trabajo? ¿los estudios te tienen agotado? ¿te diagnosticaron cáncer? ¿padeciste el Covid? ¿fue por el confinamiento? ¿dejaste de practicar ejercicio? ¿estas durmiendo de manera irregular? ¿fumando o bebiendo demasiado? ¿en proceso de divorcio? ¿terminaste una relación? Bueno estos son solo unos ejemplos de que necesitas atención psicológica o médica.
Revisa si estas comiendo mal, puede que tengas anemia, la baja de hemoglobina también podría estar causando estos síntomas. Analiza si descuidaste tu alimentación, tienes diabetes y no te la has atendido, necesitas chequear la presión arterial. Los médicos no le dan importancia a la presión baja, pero hay que estar atento si te duele la cabeza, no tienes energía, la visión es borrosa, sientes que te lastima la luz, te lloran los ojos. Cuidado con la luz led que lastima mucho la vista.
La rutina, el exceso de estrés, la inseguridad, las deudas, todo abona para estar desmotivados. Dejas de sentir, de estar con todos tus sentidos, el placer de vivir está aplanado, no hay energía ni para darte cuenta de que estás mal y no se te ocurre que necesitas atenderte. El estado de desmotivación en las parejas es muy conocido, pasan los años y se quedan en la costumbre, la rutina y la responsabilidad.
No permitas que el color gris pase a negro, deja que regrese el arcoíris a tu vida. Dale un shock al sistema nervioso, un baño de agua fría camina sin zapatos en el pasto, en la tierra, en la playa, contacta con la naturaleza: que veo, que siento, que escucho, que huelo. Todo tiene solución, no te preocupes. Ocúpate.