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El perdón y la venganza

Los seres humanos vivimos entre polaridades, fluctuamos entre conductas opuestas del estado de ánimo. El resentimiento se genera con corajes, frustraciones guardadas y está basado en la forma como cada uno interpreta su enojo de acuerdo con su cultura. También depende de las proyecciones, modelos culturales y familiares, y de la madurez psicológica de cada quien. Por el contrario, el perdón como antagonista está relacionado con las redes neuronales que también procesan la venganza. De manera que estos opuestos: odiar y perdonar se encuentran bajo un circuito en el cerebro que decide según las consecuencias. 

Cada suceso es evaluado en forma diferente dependiendo de la situación. Mary, tan introvertida, muy obediente se basó en lo que le decía su madre “calladita te ves más bonita” Se guardó los agravios de parte de su esposo, hasta que llegó a un punto de no retorno. Me compartió el gran resentimiento acumulado por esos agravios. “¡Si tuviera una pistola, lo mato!” 

Si platicáramos con las mujeres presas en las cárceles por homicidio, nos daríamos cuenta de que eran mujeres pacíficas, que crecieron con el modelo de una madre sumisa, batallando con una pareja atrapada en adicciones, hasta que un día explotaron como un volcán en erupción. ¡Cuántas veces las mujeres maltratadas me comentan que no son capaces de defenderse y no hablan de hacerlo con violencia sino del hecho que no se atreven ni a contestar con palabras! “Me tengo miedo” confiesan. Tienen la idea de que el día que lo hagan el coraje acumulado vaya a salir con agresiones. 

La educación formal contribuye a que los niños acumulen una rabia que luego se convierte en odio. Hasta que un día ese niño golpea a su agresor y, sin tomar en cuenta el bullying que estaba sufriendo, viene señalado como agresivo y los adultos en lugar de buscar una conciliación y resolver el conflicto con disculpas y perdón, toman medidas tan drásticas como darlo de baja en la escuela. 

El perdón tiene beneficios sobre las complejidades de las interacciones sociales, perdonar es un acontecimiento que debe hacer el cerebro. Ofrece ganancias potenciales para evitar la venganza y liberarnos del peligro de somatizaciones, enfermedades que la mente cargada de emociones, para proteger la psique y evitar que se salga de la realidad, drena hacia los otros órganos que terminan por enfermarse. Es muy conocido que después de un enojo arde el estómago, sube la presión arterial, brota una alergia y hasta se puede presentar diarrea. Pero lo que pocos identifican en la mayoría de las ocasiones, es que quien tiene que perdonarse es la persona agraviada a sí misma, por haber tolerado sin poner límites. 

El principal temor que tiene la mayoría de las personas al ofrecer una disculpa es que el otro se aproveche de esa vulnerabilidad y no acepte las disculpas, lo que podría ser contraproducente. Al cerebro le gusta el orden, la organización, el control en todos los aspectos de la vida. La manifestación del orden revela un cerebro más organizado, desde el orden de un armario, la oficina, la cocina, hasta el orden de los pensamientos. 

El resentimiento genera un gran peso, es como traer cargando un costal de piedras, y aunque muchos no lo crean está asociado al cáncer. Cuando la persona se libera del resentimiento, cuando mantiene el orden y el control de las circunstancias experimenta condiciones de placer más intensas. El cerebro humano es producto de una evolución, los humanos hemos avanzado de las motivaciones violentas, agresivas hacia el entendimiento, y la capacidad de procurar mayor generosidad y diálogo con el objeto de gozar de un mayor respeto y calidad de vida. 

El perdón y la venganza se entrelazan en la memoria y en el aprendizaje. El control de impulsos se modifica con el deseo de mejorar la vida cotidiana. El cerebro humano tiene un sistema para sentir, generar y exigir venganza, tiene una motivación, la necesidad de infligir castigo. En cambio, la persona que perdona es capaz de analizar el suceso, reconocer su error y gracias a ese proceso su nivel de empatía se incrementa.

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