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El pavo, en las mesas de todo el mundo

Los mexicanos estamos muy polarizados, entre los que esperan maravillas y los que vemos con desconfianza tantas promesas en la política del subsidio. Perdón y olvido, dice el Presidente López Obrador, discurso pesimista en la toma de posesión. Dice que nada se ha hecho bien, ofrece la guardia nacional militarizada y cancela el megaproyecto del aeropuerto, incongruencias que generan desconfianza en las calificadoras internacionales. Pena ajena su discurso, pesimismo al por mayor, críticas y cifras que alejan a los inversionistas. Afirma que el país está quebrado, me pregunto: ¿de qué se queja? Si ya lo sabía, tiene 18 años en campaña. Hasta mi nieto adolescente me comentó: “dice que el país está en bancarrota, pero, yo veo muchos autos en las calles y gente comprando en las tiendas, no estamos como Venezuela”. El presidente asegura que los salarios son los más bajos del mundo, es fácil hablar, me comentó un amigo Director de empresa internacional: “que se dé una vuelta por otros países y compare la calidad de la mano de obra”. Ofrece austeridad, pero vemos despilfarro, no toma consciencia que ya es Presidente y tiene responsabilidad en cada una de sus palabras. Ante los padres de los 43 desaparecidos, insiste en que su gobierno se caracterizará por decir la verdad, por ser honesto ante su único patrón, el pueblo. Agregó: “la mentira es del demonio”. Tanta incongruencia, entristece, mejor cambiemos de tema, las penas con pan son buenas, a disfrutar las fiestas navideñas.

Pocos saben que el guajolote, es un ave originaria de México; me recuerda mi infancia, mi madre quien, meses antes de Navidad, compraba vivo el guajolote y, muy al estilo francés, le daba a beber alcohol para causarle una cirrosis y, unos días antes de las fiestas, sin sentir compasión, le cortaba el pescuezo con un cuchillo. Cuando se le escapaba, era un show ver al ave brincando sin cabeza, una crueldad total, siempre me causaba tristeza verlo en el horno.

El guajolote o pavo salvaje habitaba en el este y centro de México, Veracruz, Guerrero y Jalisco. En 1498 los españoles lo llevaron a Europa, en España, donde inició su reproducción y luego en otros países en los cuales fueron desarrollando razas propias. En 1521 llegó a Inglaterra desde Turquía, razón por lo que se denomina en inglés turkey (turco). Los ingleses lo repatriaron a América del norte, en la región de Nueva Inglaterra donde reprodujeron la raza bronceada mediante cruces entre el pavo doméstico y el salvaje que habitaba en los bosques de los montes Apalaches. El pavo doméstico es el resultado de una selección artificial. Durante 2000 años fue criado por los pueblos indígenas de las regiones centrales de México. La producción intensiva se volvió popular a partir de la década de los cuarenta, gracias a la refrigeración, que permite que los pavos congelados sean enviados a todo el mundo.

El pavo se hizo famoso en el Día de Acción de Gracias, celebración tradicional de Estados Unidos y Canadá, que tiene origen religioso y es considerada una festividad secular. La celebración en Norteamérica es más importante que la navidad. Las familias se reúnen y el pavo es el alimento principal. Incluso el Presidente hace un ritual en el cual indulta a un pavo. En México, El Salvador y Honduras se denomina guajolote, En Guatemala, Nicaragua y Costa Rica lo conocen como chompipe, en Cuba y la República Dominicana guanajo, en Colombia y Venezuela se le conoce como pisco.

Lo cierto es que la carne del guajolote es de consumo popular por el volumen que produce cada ave, entre ocho y diez kilos; el macho llega a superar el metro de altura, y sus alas extendidas pueden llegar a los dos metros. El pavo es superior en calidad nutricional a otras especies, tiene menor contenido de colesterol y grasa y es, además, un alimento proteico fácil de digerir.

La navidad es un estado mental que podemos conservar todo el año. Si quieres un año de prosperidad, siembra trigo. Si quieres diez años de bienestar, siembra árboles frutales. Pero, si lo que quieres es una vida de acompañamiento, siembra amigos.

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