Ahora que la acusación del presidente Donald Trump no ha alcanzado la meta esperada de los demócratas, es hora de que cambien de rumbo para las próximas elecciones presidenciales. Hasta ahora, los demócratas han dejado que los republicanos tomen la iniciativa, utilizando técnicas que no siempre son políticamente correctas, y en el proceso pierden elecciones que nunca deberían haber perdido.
Durante algún tiempo, los candidatos presidenciales demócratas han estado luchando entre sí en lugar de centrar sus estrategias en un enemigo común. Ahora que sus luchas internas han disminuido, es hora de planificar nuevas estrategias que les permitan recuperar el poder. Tendrán que recuperar el impulso después del fiasco de votación en Iowa (donde fallaron las máquinas que registraban los votos) y el discurso efectivo del Estado de la Unión de Trump, lo que ha resultado en un aumento de su popularidad.
Los demócratas tienen una amplia gama de argumentos para ofrecer como alternativa a una agenda republicana que favorece desproporcionadamente a los ricos y perjudica el medio ambiente y, como resultado, la calidad de vida de todas las personas en el mundo, incluidos los ricos. En ese sentido, la complicidad de los legisladores republicanos con una legislación que perjudica su salud y la de sus hijos es difícil de entender.
Los últimos años han sido testigos de un ataque al medio ambiente sin precedentes, desde eliminar las regulaciones, no mantener un ambiente limpio, hasta negar lo que ahora es aceptado por la mayoría de los científicos en el mundo: el cambio climático es malo y, a menos que esté contenido pronto, dañará irrevocablemente la salud y causará enormes pérdidas económicas en todo el mundo.
Como inmigrante, me he beneficiado considerablemente de la apertura de condiciones en este país y de dar la bienvenida a los extranjeros. Esta es la América que yo y el mundo admiramos y respetamos. No es la América que pone a los niños inmigrantes inocentes en jaulas como animales peligrosos y los separa de sus padres, una política de crueldad sin precedentes.
En 1961, el pionero de la publicidad televisiva Rosser Reeves, desarrolló el concepto de propuesta de venta única (USP) para explicar por qué algunas campañas publicitarias tuvieron éxito a principios de la década de 1940. Una de las reglas básicas de la USP es que la propuesta debe ser una que la competencia no ofrezca.
Los demócratas tienen una propuesta única: implementar políticas para mejorar la salud y el bienestar de la mayoría de los estadounidenses y promover la paz en el mundo. Pueden hacerlo fortaleciendo la legislación para mejorar el clima, haciendo que la atención médica sea accesible para todos, creando políticas de inmigración efectivas y justas, y alcanzando acuerdos internacionales para evitar que los países desarrollen armas nucleares y promoviendo la paz en el Medio Oriente, una de las más importantes regiones contenciosas en el mundo de hoy.
Los temas mencionados anteriormente podrían ser un grito de guerra importante para los candidatos demócratas. En cambio, prefieren centrar su mensaje en derrotar a Trump, manteniéndolo relevante, en lugar de tratar de avanzar su propia agenda. El objetivo principal de los demócratas no es solo derrotar a Donald Trump.
Su objetivo principal es recuperar el poder para establecer una agenda para mejorar el medio ambiente, aumentar el acceso de los estadounidenses a una atención médica de calidad y crear políticas de inmigración que aprovechen las mejores cosas que los inmigrantes pueden ofrecer respetando sus derechos básicos. Deben enmarcar su mensaje usando estos conceptos básicos, y ser creativos y consistentes. De lo contrario, perderán una oportunidad única para implementar una agenda social verdaderamente progresista, más de acuerdo con los verdaderos valores tradicionales de su propio partido.