Somos una revista independiente que sobrevive gracias a tu apoyo. ¿Quieres ser parte de este proyecto? ¡Bríndanos un café al mes!

El coronavirus ¿mito o realidad?

Con la proliferación de la epidemia del coronavirus, los gobiernos y la ciudadanía han mostrado interés en la prevención de la enfermedad. “Lavarse las manos” Las redes sociales están muy activas y las estadísticas crean ansiedad. Revisemos la historia.

La medicina hipocrática dio origen a la ciencia médica occidental y tuvo su origen en la tradición griega del arte de la curación. Sus raíces se remontan al periodo prehelénico. En esa época la curación era considerada un fenómeno espiritual y la vinculaban con varias divinidades, la más destacada era Higia, una manifestación de Palas Atenea, relacionada con el simbolismo de la serpiente y que usaba el muérdago como remedio universal. Los ritos curativos eran un secreto guardado por sacerdotisas.

A finales del segundo milenio, antes de Cristo, tres invasiones bárbaras impusieron la religión patriarcal y el orden social en Grecia. En ese momento empezaron el cambio y el dominio masculino. La mayor parte de los antiguos mitos sobre la diosa fueron distorsionados e incorporados al nuevo sistema; reinventaron a la diosa Higia mostrándola como una pariente de una divinidad masculina, más poderosa.

Esculapio se convirtió en el primer dios de la curación y a partir de ese momento fue venerado en todos los templos de Grecia. En el culto a Esculapio, el muérdago y la serpiente enroscada en el bastón se convirtieron en el símbolo de la medicina occidental. Hipócrates influyó en la medicina occidental, aseguró que las enfermedades no son causadas por demonios. Demostró que son fenómenos naturales que se estudian científicamente y que se puede influir en ellos por medio de procedimientos terapéuticos. La salud requiere de un estado de equilibrio entre las influencias sociales, el estilo de vida, la naturaleza humana así como de un equilibrio químico, hormonal y de las pasiones.

La medicina oriental valora los conocimientos subjetivos, los buenos médicos utilizan la intuición, el conocimiento y la experiencia, llamada: “ojo clínico”. La medicina moderna cambió el paradigma, el modelo biomédico no acepta la visión de la enfermedad como fenómeno multidimensional. Abusan de fármacos que atacan el sistema de defensas y por esa razón, cuando tiene que enfrentarse a un organismo extraño, el sistema inmunológico está debilitado.

La visión integral de la salud es un concepto dinámico, para estar sano el sistema debe ser flexible, adaptarse al entorno: físico, mental, social, tecnológico, económico y también a la contaminación ambiental.

Desde los tiempos de Descartes, Galileo y Newton, la cultura occidental está obsesionada por el conocimiento racional y ha olvidado tratar los valores humanos. Las enseñanzas son racionales, los conocimientos subjetivos, no se admiten en las escuelas de medicina. Si adoptaran una actitud más equilibrada con respecto a los conocimientos intuitivo y racional sería más fácil incluir en el sistema de salud, aspectos que caracterizan la medicina oriental integrándolos con la medicina hipocrática. ¡Qué diferente sería incluir la psicología y el análisis de los problemas sociales en los tratamientos médicos! Ese sería un enfoque verdaderamente holista.

El ambiente creado por el sistema económico y social se basa en la visión reduccionista y fragmentaria creada por Descartes, y ésta se ha convertido en una amenaza para la salud. Es necesario un cambio de modelo y movernos hacia un enfoque ecológico de la salud, es necesario modificar las estructuras sociales y económicas.

Llama la atención la psicosis social que ha creado un virus que al ponerle “corona” tiene en alerta al mundo y asombra que mencionen que los chinos tienen la culpa por ser tan “sucios”. Esos conceptos responden a mitos y clichés. ¿Será, esta del virus, una cortina de humo vuelta a distraernos de tantos problemas sociales, de inseguridad y de salud que no son atendidos en México? ¿Como por ejemplo el cáncer, las enfermedades renales y las neumonías intrahospitalarias que son mortales? El presidente López Obrador en su afán de economizar recortó el gasto al sistema de salud para dilapidarlo en sus programas: las consecuencias van a tener un gran costo. No olvidemos, la enfermedad puede equilibrarse con una actitud mental positiva, un estado de bienestar y con las enseñanzas de Hipócrates: “que tu medicina sea tu alimento”.

Hey you,
¿nos brindas un café?