El comunicado de la directiva de la CEV:
1) Se contradice cuando dice que en Venezuela “es necesario celebrar elecciones libres, justas e imparciales con participación de todos los partidos y movimientos políticos, y con un basamento ético que respete el voto ciudadano según está previsto en la Constitución y las normas electorales”, y al mismo tiempo afirma, algo ingenuamente, que: “A pesar de las irregularidades, la participación masiva del pueblo es necesaria y podrá vencer los intentos totalitarios y el ventajismo de parte del gobierno.”
2) Se equivoca cuando define como simples “irregularidades”: la usurpación de los poderes de la AN, el nombramiento inconstitucional de un CNE fantoche, la confiscación de los partidos de oposición y sus tarjetas, el arresto, exilio, asilo e inhabilitación de sus líderes y diputados etc.
3) Se equivoca también cuando asemeja la situación actual con la errada abstención en las parlamentarias del 2005. Antes de las elecciones parlamentarias del 2015, había un autoritarismo competitivo, el gobierno utilizaba todos los poderes del Estado para obtener y comprar votos e impedir, inhibir, anular y hasta secuestrar votos de la oposición, sin embargo al final se contaban más o menos correctamente los sufragios. Pero a partir de diciembre del 2015, al ganar la oposición democrática las dos terceras partes de la Asamblea Nacional, el régimen desconoció totalmente la Constitución y ha asumido arbitrariamente todos los poderes. La vocación totalitaria del régimen es ahora evidente.
4) Olvida que la comunidad democrática internacional considera ilegítimas estas elecciones parlamentarias y ha afirmado que no reconocerán sus resultados. Por tanto, la CEV parece no entender que el apoyo de la comunidad internacional es fundamental e indispensable, aunque no suficiente, para el cambio político en Venezuela.
5) Tiene razón cuando afirma que la sola abstención es una estrategia pasiva, insuficiente y desmovilizadora.
La comunidad internacional democrática ha escogido el camino del aumento gradual y progresivo de las sanciones financieras y judiciales para erosionar al régimen y buscar un quiebre interno, la alternativa democrática venezolana debe acompañar a la comunidad internacional y aprovechar la ineptitud del régimen en enfrentar el crecimiento exponencial del Covid 19 con una nueva, inteligente, activa y movilizadora estrategia de presión interna.