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Efectos sociales de la pandemia

La coronacrisis como en las posguerras, trae muchas consecuencias sociales y nos recuerda que los seres humanos somos muy vulnerables y vivimos en una sociedad siempre en riesgo.

Los efectos tienen una diferencia con los que producen otros desastres a causa de la incertidumbre prolongada, no saber con certeza cuándo finalizará el peligro. El temor es generalizado y lo alimenta el constante bombardeo de la amenaza de otro brote.

La incertidumbre desencadena ansiedad y depresión, ya que las personas no saben cómo defenderse. El sociólogo Ulrich Beck, afirma que la sociedad moderna pasó de imaginar el desarrollo y la seguridad que brindaba la medicina y la tecnología a una angustia permanente por las consecuencias que ese mismo desarrollo provoca.

El confinamiento en el hogar, vuelve confusas las actividades laborales, escolares y sociales en un mismo espacio privado y eso a veces deriva en tensiones y conflictos. Parecía que cambiar la oficina por la casa podía resultar mejor, pero no a todos les funciona. El trabajo en las redes digitales, no siempre tiene horario y para las parejas convivir todo el día teniendo que integrar el internet en su intimidad, modifica el concepto de hogar. Hay mucho estrés postraumático advierte el jefe de psiquiatría del Hospital de Houston quien analiza còmo se disparan los trastornos mentales, incluso las ideas suicidas.

Los disturbios civiles que han estallado en Estados Unidos en respuesta a la injusticia racial han agregado más tensión emocional. La polarización social genera movimientos de protesta social en todo el planeta, al igual de los que estamos presenciando en Estados Unidos a raiz de la muerte de Floyd por un policía.

En Guadalajara, la muerte de un trabajador de la construcción asesinado por unos policías, un mes antes, se dispara en las redes sociales. Al protestar un personaje como el cineasta Guillermo del Toro, muchos ciudadanos se le unieron. Las tensiones por el confinamiento se dispararon al grado de confundir la causa. La polarización de partidos políticos se hizo presente.

Los anarquistas que siempre aparecen para desacreditar el motivo de las marchas causaron destrozos en el centro de Guadalajara. La tensión social y los motivos dividen a los ciudadanos.

Otra consecuencia de la pandemia es el estigma hacia el extranjero, en particular hacia los chinos. Pareciera que traen la peste y a todos contagian solamente por venir de China. Además de la micro discriminación regional.

Al incrementarse el número de muertos reinó la anarquía, los presidentes de los pueblos impusieron sus reglas como dictadores defendiendo territorio, cerraron las fronteras como muralla China, impidieron la entrada a los que venían de otras ciudades. En Mazamitla un pueblo turístico cercano a Guadalajara, no les permiten entrar a los turistas, incluso a los propietarios de las cabañas con escrituras en mano, Como en tiempos de guerra les dieron permiso para revisar sus propiedades únicamente por treinta minutos. También cerraron las playas y a cualquiera que encuentren caminando por la arena pueden arrestarlo. ¿Por qué permitimos tanta sumisión a las reglas? ¿Por qué perdimos tan fácilmente la libertad, el libre tránsito? Por el miedo al contagio. La economía se fue a la bancarrota y será difícil recuperarla. Tras el impacto de la pandemia, al no tener certeza del enemigo a combatir nos paralizamos, perdimos la seguridad y confianza en nosotros mismos. Mientras tanto los economistas predicen que la recuperación económica será lenta, lo que significa que la tensión financiera y la incertidumbre asociadas con la crisis de salud permanecerán por algún tiempo, hasta que las personas recuperen la confianza en sí mismas, se relajen las reglas para reactivar la economía y se pueda volver a lugares como: hoteles, restaurantes, cines, teatros, y eventos masivos.

Los enemigos invisibles como virus y bacterias van a seguir conviviendo con nosotros y que quede claro, no hay vacuna que pueda combatir el miedo. ¡Que tu medicina sea tu alimento!

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