Su hoja curricular es dinámica y variopinta
Apuesta por la tecnología como herramienta para la educación, mientras se conmueve con el arte de antaño
Trabaja y crea proyectos por y para México y apuesta por la equidad de oportunidades
México, D.F.
Quería estudiar Comunicación porque desde adolescente se visualizaba como periodista; teatro, por su lado artístico; quizás Ciencias políticas por su activismo social o psicología porque, según ella, lo engloba todo. “Leonardo Da Vinci lo explica mejor: sus pinturas lo muestran como un gran estudioso de la anatomía humana. Entonces pensé que si la sicología apunta a las emociones y construcciones identitarias personales y sociales, también podía otorgarme un trabajo más profundo como comunicadora porque, ¿con quién trabajan los medios de comunicación si no es con los sentimientos, el lenguaje y el imaginario colectivo que incide directamente en el individuo?»
Dulce María Lara no para de hablar y tampoco de hacer. Antes y durante su carrera, fue barista; mesera; recepcionista; personal de un gimnasio y clínicas de bienestar integral; coordinadora de recursos humanos; colaboradora en revistas de psicología “y hasta trabajé con feministas, hippies, psicoanalistas y un taekwodoín”, cuenta.
– ¿Por qué tanto trabajo desde tan chica?
Dulce María mira hacia arriba, sonríe y medita su respuesta.
– Soy partidaria de que el trabajo dignifica, es la mejor escuela para la vida. El liderazgo propio se fortalece estando en contacto con otros líderes. Y por eso estoy agradecida con todas las personas y empresas que me han contratado, no solo por su voto de confianza, sino por el aprendizaje y crecimiento profesional que he obtenido de ellos.
Conciencia y arte
Actualmente, Dulce María colabora en el programa No al silencio, un espacio para jóvenes, principalmente mujeres adolescentes que puedan dar voz a sus inquietudes y sobre ellas, elaborar trabajos conjuntos para materializar proyectos de igualdad sustantiva. “La idea del programa fue concebida por la feminista Clara Scherer y gracias al Instituto Mexicano de la Radio pudo llevarse a cabo. Es transmitido los sábados a las 8:45 AM a través de Reactor, 105.7FM.
– ¿Cómo evalúas el resultado del programa de radio a largo plazo?
– ¡Eso le tocará a los radioescuchas y entrevistados! (sonrisas). La radio es uno de los medios más importantes para la sociedad mexicana; no tiene solo un alcance mediático sino también social. En el programa han sido entrevistados jóvenes y especialistas de distintos estados, por lo que en un programa puedes escuchar a una adolescente de Tecámac y en otro, una entrevista a especialistas de renombre. Esa diversidad y equidad en el micrófono representa, para quienes colaboramos en el programa, un gran resultado. Apostamos por un programa con contenido inteligente y con valor social en materia de igualdad sustantiva.
Cuando no está elaborando contenidos para No al silencio, Dulce María pasa los días en la galería Lightroomdel fotógrafo mexicano Pepe Soho, ubicada en pleno corazón de Polanco, en la calle Oscar Wilde. “Disfruto mucho su visión de trabajo porque plantea una vuelta a la contemplación de la belleza de la naturaleza y sus rincones. Es cierto que vivimos en un mundo de caos, pero sus fotos me recuerdan que basta con voltear a nuestro alrededor y redescubrir que el mundo nos ofrece mil obsequios”.
– En tu experiencia curricular has llevado la toma de conciencia, junto a diversas expresiones artísticas. ¿Crees que ambas pueden ir siempre de la mano?
– No es que puedan; es que van siempre de la mano. Me gusta pensar en una frase de Freud que dice que “quien trabaja a favor de la cultura, trabaja siempre contra la guerra”. El arte es un gran posibilitador de toma de conciencia y es, per se, un acto de rebeldía y no por estético deja de ser político. La historia ha sido testigo de innumerables procesos políticos y sociales que no habrían llegado a nada de no ser por la participación de pintores, intelectuales y escritores. En México basta con recordar a Frida Kahlo y a Diego Rivera o cualquiera de nuestros muralistas. Si un punto o una coma pueden cambiar el curso de un enunciado, ¡cuánto más puede un poema transformar el rumbo de una nación!
El enunciado Kybernus
Dulce María recuerda que fue el slogan de Kybernus lo que la impulsó a tocar sus puertas. “Liderazgo con valor”, dijo para sus adentros antes de enviar el formato de solicitud. “Éste es uno de los pocos proyectos relacionados con liderazgo que consideran la igualdad de oportunidades al momento de hacer el proceso de elección. Saberme incluida en la primera generación kybernauta en el Distrito Federal fue muy emocionante. Este espacio ha sido una gran plataforma en mi vida”.
De su primera reunión como participante de Kybernus dice haberse sentido como “pez en el agua” porque “en el camino de generar un México de cambios, es posible sentirse solo. Toparme con un espacio como Kybernus fue voltear alrededor y caer en cuenta de que cada quien, desde su área, pero en conjunto, apuesta y trabaja por la transformación social. Es una sensación que aligera mucho al alma”.
Proyecto a largo plazo
Cantolla es el nombre de su aspiración futura. “Es una plataforma de vinculación juvenil dedicada a visibilizar las acciones que en materia económica, política, académica y de responsabilidad social realizamos los jóvenes. Cantolla planea generar sinergias entre agrupaciones juveniles mediante el uso de tecnologías de la información y comunicación. Constituimos una red de organizaciones encabezadas por jóvenes y damos difusión a las iniciativas que están activando a México. Mientras, continuaré articulando psicología y cultura con la comunicación”.