Donald Trump logró el sueño de su vida: se convirtió en el imitador de un presidente.
Varios excelentes comediantes han demostrado ser excelentes imitadores de celebridades, entre ellos Tina Fey, Rich Little, Jim Carrey y Robin Williams. Donald Trump, a quien no le gusta ser superado, decidió hacerse pasar por presidente.
Impersonar a otra persona es un fenómeno relativamente común. En la ciudad de Nueva York, se estima que la policía arresta anualmente a unos 100 sospechosos por hacerse pasar por un oficial de policía.
Al convertirse en un imitador y no creerse a sí mismo como algo real, el presidente Trump puede decir que no es responsable de la multitud de tweets banales que su imitador ha estado escribiendo desde que se convirtió en presidente, que ahora parecen estar saliendo de él a un ritmo aún más rápido. Los últimos tweets revelan una disputa entre la actriz Bette Midler y él.
El origen de la disputa es una cita que ella le atribuyó a Trump y que compartió con sus 1,53 millones de seguidores en Twitter que decía: «Si me postulara, lo haría como republicano. Son el grupo de votantes más tontos del país. Ellos creen cualquier cosa en Fox News. Podría mentir y todavía lo creen. Apuesto a que mis números serían estupendos».
Después de que Midler compartiera la cita, se demostró que era una falsificación. Cuando se dio cuenta de su error, Midler twiteó: «Me disculpo. Resulta ser una falsificación desde hace mucho tiempo. ¡No sé cómo me lo creí, pero se parece tanto a él que pensé que era verdad! «
Trump respondió con una característica maldad. Llamó a Midler una «psicópata cansada» que «se vio obligada a pedir disculpas por una declaración que ella me atribuyó que resultó totalmente inventada por ella para hacer que ‘su gran presidente’ se viera realmente mal. Ella fue engañada, al igual que Fake News Media es engañado”.
El lector no puede dejar de leer las palabras en el párrafo anterior donde se refiere a «su gran presidente», como si Trump se estuviera refiriendo a otra persona, no a sí mismo. Cualquier otra persona en una situación similar habría escrito: «… para hacerme quedar mal». No es lo que ocurre con Donald Trump en su papel de imitador. El presidente, en este caso, cree que es claramente otra persona, no el Presidente Donald Trump.
El comportamiento del Sr. Trump parece estar dando un giro hacia lo peor. Según The New York Times, hay 598 personas, lugares y cosas a quienes Donald Trump ha insultado solo en Twitter desde que declaró su candidatura en junio de 2015, una lista que está actualizada hasta el 24 de mayo y no incluye las últimas dos semanas.
La enemistad con Bette Midler ocurre poco después de su continua enemistad con el ex senador John McCain, quien murió el 15 de agosto de 2018. Mientras lo desprecia continuamente, Donald Trump parece olvidar que mientras McCain estaba en cautiverio, él obtuvo cinco aplazamientos médicos para no ir a Vietnam.
Según Trump, esos aplazamientos se debieron a algunos espolones que tenía en sus pies. Esas espuelas, que una investigación del New York Times demostró que eran falsas, no le impidieron practicar tres deportes diferentes en ese momento: béisbol, tenis y squash. Y mientras McCain estaba siendo torturado en Vietnam, Trump era una figura bien conocida en los círculos sociales de Nueva York.
Es posible que su personificación de un presidente provenga de un profundo sentimiento de inseguridad de no poder estar a la altura de un verdadero héroe. ¿De qué otra manera explicar su vitriolo contra una persona que ha estado muerta por casi un año?
Nunca antes, en la historia reciente, un presidente estadounidense ha sido tan cuestionado sobre su salud mental y su capacidad para ocupar el cargo como el Sr. Trump. Su comportamiento errático ha llevado a algunos demócratas a instar a sus colegas a que apoyen un proceso de juicio político que podría expulsar al presidente Trump de su cargo en caso de que se demuestre que no está capacitado mental o físicamente.
Donald Trump decidió hacerse pasar por presidente. Y el mundo está pagando las consecuencias.