Somos una revista independiente que sobrevive gracias a tu apoyo. ¿Quieres ser parte de este proyecto? ¡Bríndanos un café al mes!
Gustavo Galliano
viceversa

Diversidad lingüística en América (Parte V)

Diversidad lingüística en América (Parte I)

Diversidad lingüística en América (Parte II)

Diversidad Lingüística en América (Parte III)

Diversidad Lingüística en América (Parte IV)

 


 

Importancia de las lenguas

Las personas surgen a la lengua mayoritaria en su complejidad, la aprenden y recrean en interacciones sociales en las que se articulan diversas variedades. Así van configurando su identidad lingüística desde su práctica de habla y escucha en grupos e instituciones. La lengua mayoritaria se concibe como una herramienta de integración político social, capaz de cohesionar grupos e individuos que son parte de una historia compartida.

Pero esa lengua mayoritaria, esa lengua madre, en determinado grupo social, puede resultar una lengua minoritaria o segunda lengua para otro sector de sujetos. Y lo que concebimos como mayoritario acaba por convertirse en minoritario. Tenemos pues que las lenguas minoritarias o segundas lenguas, no son por ello menos importantes, desde ningún aspecto.

No sólo porque otorga identidad a un pueblo o etnia, sino también porque es cultura, no solo del pueblo que identifica, sino de la humanidad misma. Creando una diversidad que no separa, sino que nos hermana.

Ser posibles no solo en la diversidad lingüística, sino también en la diversidad cultural, nos convierte en seres más plenos, más libres, más humanos.  Y no creo que ello constituya un peligro. No creo que se le deba temer. Cada país, debe apoyar con sus debidas políticas y leyes, la protección de su cultura de origen, y abrirse a la pluralidad. Respetar los derechos de cada lengua y pueblo originario, con actos, no con discursos. No se debe temer a las empresas altruistas, pues los agoreros de siempre no faltaran para tildarlas de “molinos de viento”. Y precisamente sobre ello, una preciosa realidad…

Don Quijote de La Mancha continúa venciendo batallas, mediante nuevas traducciones en lenguas no tradicionales, más allá de cierta cultura light predominante en redes sociales, que impulsan el “no pensar demasiado”, como modelo futurista y el desprecio por el culto a las de letras y el cuidado lingüista. Pero ese será tema de próximos análisis.

Es enorme la satisfacción que me produce que una obra cumbre como “Don Quijote de La Mancha”, aquel noble hidalgo, que cobrara vida “en algún lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme”, como escribiera el gran Cervantes Saavedra, ha ampliado su ya inconmensurable espectro de lectura, para llegar a idiomas que jamás se imaginaron. Es que esta obra maravillosa de la literatura mundial, prodigio de la lengua española, acaba de ver terminada la traducción de su segunda parte,  al idioma quechua, en el mes de junio de 2015, por el periodista peruano Demetrio Tupac Yupanqui, quien una década atrás ya tradujera la primer parte del Quijote. Yupanqui, quien con vitales 91 años acaba de cumplir tan maravillosa faena, pone así al alcance de casi diez millones de lectores quechuas, que subsisten en países como Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú. Tal labor le ha valido ser  reconocimiento y honrado con el título de “Inca de Amauta Capac Apú, Gran Maestro y Señor”, que concede excepcionalmente el Consejo de los Cuatro Incas, integrado solamente por descendientes del Imperio Incaico en Cusco. El idioma quechua, puede ya incorporar a su cultura las aventuras del noble caballero, cuyo libro se denomina: Yachay sapa wiraqucha dun Qvixote Manchamantan.

Y no menos placer me invade, cuando casi al mismo tiempo, la profesora hispanista Vibha Maurya, luego de varios años de arduo trabajo presentara,  en 2005 el primer volumen y luego, en Febrero de 2015, el segundo libro, traducidos a la lengua Hindi. La profesora Maurya, investigadora de la Universidad de Delhi, sostiene que la traducción directa exige conocer la historia, la cultura y todo el contexto del libro a traducir. Manifiesta que su versión en hindi resulta fiel a la idea de Cevantes, puesto que ha procurado conservar el humor sin desvirtuarla. La lengua hindi es hablada aproximadamente por 450 millones de personas en la India, Malasia, Fiyi y Sudáfrica.  Don Quijote de La Mancha podía leerse ya en India mediante traducciones realizadas al bengalí, el gujarati o el malayalam.

Veo en la difusión de la obra a estas lenguas, la esperanza de un mañana plural. Que vale luchar por sueños e ideales, proteger nuestras identidades no tras grises muros sino desde la pluralidad, salvaguardar cada lengua porque de ello puede depender la extinción de un pueblo/cultura y eso es imperdonable, ya nunca podríamos pretender ser Quijotes… nos convertiríamos pues en sombras muertas, quizás con cultura, pero una cultura fría, insensible, que avanza sin sentido, sin sueños, sin lenguas… nos convertiríamos en una cultura zombie, sin posibilidad de goce ni crecimiento.-

Hey you,
¿nos brindas un café?