Pronunciar el nombre de Cerati y no sentir un leve escalofrío son dos cosas que en mi cabeza suenan un poco difícil de separar. Si siguiese con nosotros, hace unos días, habría cumplido años 56 años, quizás andaría de gira, o produciendo el sucesor de Fuerza Natural, su último trabajo publicado.
Cuando sigues el trabajo de alguien así por tanto tiempo, como me ha sucedido que me ha gustado su música tanto con Soda Stereo como solista, me surgen muchas preguntas en la cabeza sobre quién es el que está detrás de esas notas que ya me son tan familiares.
Cerati en primera persona, libro publicado en 2012 por la periodista Maitena Aboitiz, nos permite hacer algo maravilloso: sumergirnos en la carrera del cantautor argentino como si estuviésemos sentados con él en el sofá de nuestra sala y estuviese contándonos un poco de su vida.
Es cierto que las palabras técnicamente son de Maitena, pero su trabajo de investigación para hacer este libro le permitió hacer algo que casi suena a ciencia ficción: recrear a alguien de manera tan fiel que podría ser un holograma.
A través de las páginas, nos encontramos con los relatos de cómo fue la escritura y producción de los discos, desde Colores Santos, un LP lanzado en 1992, hasta Fuerza Natural de 2009. Cosas como con quién trabajó, qué sintió cuando estaba haciendo alguna canción en específico, anécdotas… En fin, esas cosas que son el día a día de un músico, pero que para nosotros son tan extraordinarias que, de habernos pasado alguna de ellas, lo contaríamos como si fuese el mejor día de nuestras vidas, algo tan nimio como que el día que conoció a Mercedes Sosa para grabar una versión de Zona de Promesas, ella le dijo que no había dormido porque estaba nerviosa por conocerlo. Normal, a cualquiera le ha pasado eso, ¿No?
Como extra, el libro trae en sus páginas intermedias una recopilación de fotografías tomadas en backstages, conciertos, pruebas de sonido, e incluso hasta de paseo, tal como si nos estuviese mostrando un álbum de fotos en su teléfono (porque ya nadie las imprime).
Para cualquier fan de música latinoamericana en general o del trabajo de Cerati en específico, este libro es un must have en su biblioteca, librero, Kindle, mesa, laptop, caja, o cualquier mueble o dispositivo digital que utilice para guardar su colección de libros, eso único que algunos armamos a punta de horas de revisar tiendas o servidores de internet.
Siempre he pensado que hay algo extraño, casi mágico, en leer autobiografías o testimonios. Creo que es eso de sentir cómo es la existencia del otro cuando no estamos ahí para atestiguarlo.
Quisiera tener una frase genial para cerrar un artículo sobre Cerati, algo que pareciese dicho por él. Copiarme alguna de las suyas me parece un irrespeto, así que creo que lo mejor es conformarme con hacer una reverencia y desearle larga vida al legado de Cerati.