¡Soy profeta! Había pronosticado que a Duarte lo detendrían antes de las elecciones del Estado de México. El PRI es predecible, repite la obra, ya está chocheando en 88 años en el ejercicio del poder, ya le conocemos sus estrategias electoreras para ganar votos, nos dan atole con el dedo, tienen miedo de perder su bastión, el Estado de México.
Para restarle puntos a Morena esperan que Duarte declare y descubra la presunta extorsión de López Obrador y las cantidades que recibía. Presumen estrategia muy sofisticada de la PGR (Procuraduría General de la República) para detenerlo, como resultado de las investigaciones realizadas por el gabinete de seguridad del Gobierno de la República y el apoyo de la Oficina Central de Interpol en Guatemala.
De sofisticada no tiene nada, igual que cuando detuvieron al Chapo, hasta que hubo necesidad de presentarlo ante los gringos. La simulación, el engaño; se supone que tienen equipos sofisticados de localización y se les escapan, ahora resulta que los detienen en otros países. Todo un teatro, deberían ver películas de acción y de estrategias de Hollywood para hacernos creer que en verdad lo estuvieron buscando, más bien lo estuvieron escondiendo. Sabemos que la PGR con los políticos se hace ojo de hormiga. Bueno no le restaremos más importancia ya se dio el primer paso, ahora queremos ver que Duarte regrese lo robado, no vaya a ser que, como a Raúl Salinas, el hermano del ex presidente Carlos, le regresen lo confiscado y hasta le pidan disculpas o como la Gordillo quien se queja de que está enferma y no devuelve nada de lo robado, más bien está protegida en lugar que detenida.
Duarte es otro Frankenstein del sistema, el monstruo que alimentan para después destruirlo cuando se sale del control, el humano que se vuelve un monstruo, el romántico ambicioso que transgrede los límites entre lo humano y lo divino. Otro esclavo del PRI, le dan poder para que alimente a su creador, con el tiempo pierde lo humano, la obsesión se vuelve adicción desmedida; el monstruo se transforma hasta convertirse en el amo, ya no puede contenerse y se produce el caos que lo lleva a su autodestrucción, pierde el paraíso, fuera de la realidad se auto engaña, necesita escribir mil veces que tiene derecho a la abundancia. Es la enfermedad que padecen los Virreyes, los Gobernadores de cualquier estado de la República, chico o grande, quienes actúan fuera de la realidad con el poder y el dinero de la Federación que no se fiscaliza. Corrupción desmedida, no hay control efectivo del gasto, malgastan el presupuesto del gasto educativo, de la cultura, hasta del Seguro Popular. Ya basta de simulación de impunidad y complicidad, queremos que en verdad apliquen la ley como a cualquier ciudadano y que restituyan lo robado. La otra justicia por el daño que hizo a tanto inocente no hay manera de cobrarla, ¿cuantos años durará su infierno?