Querido compadre:
La guerra civil es la peor alternativa.
Acuérdate de la oración de un amigo:
«El patriotismo es la inscripción en la lápida del pobre.»
El general Butler, marine que combatió en la Primera Guerra Mundial y luego fue destacado a Centroamérica —mi tierra—, donde presenció algunas de las barbaridades que hizo Estados Unidos, escribió años después un clásico titulado War Is a Racket (La guerra es una estafa). En 70 páginas, Butler demuestra que en una guerra las grandes empresas son las que se benefician y los que mueren y sufren son los pobres. Siempre ha sido y será así. Venezuela no escapa a la ley histórica.
Lamentablemente, el gobierno de Maduro se ha convertido en un títere de Rusia, China e Irán.
Putin y los iraníes son capaces de generar junto con Estados Unidos una guerra civil en Venezuela. Y, como han demostrado Butler y muchos otros, los ricos serían los beneficiados y los pobres los cadáveres.
La única solución es una salida pacífica para la crisis humanitaria de Venezuela.
Durante una guerra civil, los ricos comerían pan y los pobres mierda, mierda.
Una guerra civil en Venezuela constituye literalmente un asesinato de nuestra gente. Los cementerios se llenarían de chamos y chamas del pobrerío.
Que no se caiga en tamaña bestialidad.
No hay tirano que dure cien años ni pueblo que lo resista.
Un abrazo,
Alejo