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Cosas pequeñas como esas de Claire Keegan

 

  1. Pocas naciones tiene un historial católico como el de Irlanda. La lucha monárquica de María I, el odio a Cromwell, la confederación Kilkenny, San Patricio desterrando a las serpientes de la isla y sus diferencias separatistas con la protestante Irlanda del Norte. Esta novela breve Cosas pequeñas como esas de Claire Keegan (2021, Eterna Cadencia), en la traducción de Jorge Fondebrider, es otro escalón en esta crónica de siglos.
  2. En efecto, en sus páginas, se siente la presencia velada y tácita del enorme fantasma de un papa glotón y sádico.
  3. El protagonista es Bill Furlong, un producto de clase media boomer en los años ochenta, es decir: propietario de su vivienda, comerciante, padre de familia para cinco hijas y con la concepción de haberse forjado a sí mismo por ser el hijo bastardo de una criada. Se me asemeja a un personaje que pudo haber existido en las páginas de Cheever.
  4. La novela podría definirse como minimalista, no solo porque no sobrepasa el centenar de páginas sino porque está escrita en un estilo limpio, contenido y su trama es una sola línea sin distracciones que transcurre, cronológicamente, en un par de días de diciembre. No carece, por lo mismo, de adorno: …de las chimeneas salía humo que se disipaba en extensos hilos desmelenados antes de dispersarse por los muelles, y pronto el río Barrow, oscuro como cerveza negra, creció con la lluvia.
  5. El quid de Cosas pequeñas como esas es un asunto moral. Bill Furlong descubre el terror de las lavanderías de la Magdalena irlandesas manejadas por monjas católicas.
  6. En cierto modo, Keegan podría ser de las últimas escritoras moralistas, sobre todo, en un sentido cristiano. Sí, cristiano porque el concepto de sacrificio lo es. Sobre todo, de mártir primitivo. No creo que sea coincidencia que se ubiquen los eventos de la novela cerca de la Navidad. Keegan escribe: Era un hecho que pagaría por eso, pero ni una sola vez a lo largo de su vida para nada especial, había conocido una felicidad semejante a esa…
  7. Se estima, en la Nota sobre el texto, que casi 30.000 mujeres fueron víctimas de las lavanderías y 9.000 niños murieron. También se acota que la mayoría de registros fue destruida, por lo que sería difícil encontrar cifras exactas. No solo la Iglesia Católica fue responsable, el estado Irlandés tuvo participación.
  8. La narración es efectiva en su estudio de personajes. En cierta escena, una de las hijas de Bill Furlong llora al ver un hombre disfrazado de Papa Noel: …le dolió ver a una de sus hijas tan alterada por una visión que otros niños ansiaban y no pudo evitar preguntarse si ella sería lo suficientemente valiente o capaz para lo que el mundo le tenía reservado.
  9. La novela está plagada de los preparativos de las fiestas, las discusiones matrimoniales en la cama, las visitas a parientes y el debate moral que enfrenta Bill. La narración habla del estrés de estar vivo y de las personas condenadas a esperar que se abran puertas, sean metafóricas o literales.
  10. El acto final es abandonar la espera, abrir la puerta o bien cerrarla para siempre, tapiada. Lo que ocurre, en efecto, recuerda a un mártir: los pies descalzos, la burlas y escándalo de los transeúntes. La felicidad que nunca se había conocido.
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