Quisiera volverte a pintar con tus fachadas de antes y enmarcarte para siempre en la felicidad
En blanco.
Así me quedo cuando pienso en describirte.
A ti, la ciudad donde nací.
A ti, que labraste tantos caminos y forjaste tantos sueños.
A ti, que a pesar de enfrentar infinitas dificultades amaneces siempre con un hermoso cielo.
A ti, que hoy sufres los errores de un pasado que golpea cada día más fuerte.
Eres recuerdo imborrable para muchos de tus hijos, que poco a poco y con el corazón en la mano se han visto obligados a partir y decirte adiós.
Un adiós de puntos suspensivos, de dolor y grandes sacrificios.
Un adiós que retumba por el mundo, tras el último abrazo, ese que partió el alma al guardar en una maleta toda una vida y esperanzas vacías.
A ti, que eres epicentro de un mar de problemas te debo mis más bonitos recuerdos, y aunque siempre estarás, nunca más serás igual.
Eres cuna de un país hecho pedazos, que se perdió en su más grande equivocación y ya no encuentra salvación.
Quiero recordar a la Caracas llena de contrastes y sonrisas, a la ciudad que un día fue futuro y libertad.
Por ti mi Caracas, las emociones de los que te conocieron llena de colores, hoy permanecen en blanco.