Uno de los mayores desafíos para los gobiernos es el de los millones de pobres, los oprimidos y los excluidos de las sociedades.Los sectores vulnerables son el resultado de la organización social, del alto índice de la natalidad, y de la injusta distribución de la producción de bienes y servicios.Las estrategias que se han utilizado en México han sido meramente asistencialistas y paternalistas, lejos de resolver los problemas de los pobres los perpetúan.Mantienen a los más necesitados en una condición de dependencia, es un fenómeno de parasitosis social. Los programas sociales cuentan con muchos recursos, que las administraciones han repetidamente desviado.Los pobres son utilizados como moneda de cambio y el electo presidente López Obrador ofrece incrementar la pensión a los adultos mayores y dar una cantidad mensual a los Ninis, esos que ni estudian, ni trabajan, entre otras tácticas asistencialistas.
Una de las estrategias que podría funcionar es la de aplicar recursos humanos: el cambio para que sea duradero deberá venir de ellos mismos. Deben contar con la ayuda de expertos que los organicen y les enseñen a transformar su entorno con los recursos personales y del medio ambiente que los rodea, transformando su actitud mental.
Mientras les paguen un sueldo de miseria por andar en marchas, en protestas, un salario que les sirve para la comida del día, no vamos a ver cambios sustanciales en los grupos vulnerables.En nuestro país y en las familias necesitamos cambios de segundo orden, algo muy complicado ya que el sistema familiar y el social se resisten.
En el diagnóstico de un individuo, una familia, un sistema social inmersos en un problema persistente y repetitivo, a pesar del deseo y de los esfuerzos realizados para cambiar la situación, debemos preguntarnos: ¿Cómo es que persiste la situación? y ¿qué se necesita para cambiarla? Existen dos tipos diferentes de cambio: uno que tiene lugar dentro de un determinado grupo, que permanece sin cambio, y otro, cuya aparición modifica el sistema mismo. El primero se llama «de primer orden», y el segundo, el que en verdad modifica el sistema: «cambio de segundo orden».
En el de primer ordensiguen perpetrándose las mismas estrategias que no modifican nada ya que no consiguen llegar al fondo del problema. El cambio de segundo orden es un cambio del sistema mismo, las tácticas que se implementan logran la toma de consciencia de los integrantes del sistema, del grupo social al que pertenecen. El cambio de segundo orden pasa por modificar las situaciones, encuentra el fondo del problema, no se queda en los superficial.
En el de primer orden todo permanece en: “más de lo mismo”,aplican reiteradamente la misma solución, sin obtener resultados deseables, parten de la premisa que las acciones tomadas son las correctas y que van a solucionar lo que se busca modificar. Un ejemplo de cambio de primer orden: ofrecen que ya no deberán hacer fila para recoger el cheque que les otorgan mensualmente, ahora les darán una tarjeta y les depositarán el apoyo en una cuenta en el banco. No hay cambio dos, así que esa modificación no solucionará casi nada. Otro ejemplo es regalar uniformes y útiles escolares. Los beneficiados son los del negocio de los útiles a precios exagerados: entregan a los niños útiles de muy baja calidad, el gobernante de turno se para el cuello con el dinero de nuestros impuestos.
En cuanto a las estrategias del nuevo gobierno, se esperan cambios de segundo orden, las expectativas ciudadanas son mayúsculas. Es necesario destruir el muro, el muro del miedo al cambio.