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Bob Dylan, músico, poeta y loco. Premio Nobel de Literatura, 2016

Ahora si los porros orgánicos le darán la razón, es la danza de su poesía lo que alegrará el corazón.

Cómo para empezar a hablar: pausa o decisión al estilo Pop de la Academia sueca. Chiste zen para mí, chiste sin filo para los otros, con mucha razón, con imaginación aeróbica, Jane Fonda saltó de la cama, Patti Smith apenas pudo persignarse, David Gilmor desearía estar a tu lado, y Leonard Cohen tercia por otro judío errante.

Para los latinos Silvio Rodriguez y Serrat también tienen mucha poesía en sus letras. Para la próxima vez, si es que Bob Dylan (originario de Duluth, Minnesota, 1941) acepta el codiciado galardón, o se une al gran rechazo del filósofo francés Jean Paul Sartre en 1960. Otro más de la Náusea y de la cólera social.

Conmoción y contradicción fenomenal, artista de culto que empezará a ser odiado o rechazado por los escritores y sus seguidores. ¿Qué soy yo? Pero eso si, sus sedes se quedan en casa, ya no más ahí tirados en el garaje sale, pues su precio ya es muy personal. Pasa la barrera de la quarter por disco viejo a precios de moda. ¿Cuánto vale este L.P. de 1978? U.S 1.800.

Yo lo vi por primera vez y escuché su música en el filme de Sam Peckimpah, Pat Garrett y Billy de Kid, en 1973, gracias a mi amigo Darío Sánchez, que hoy estará absorto; lo escuchaba con placer y danzábamos al lado de la chimenea con mi madre, Teresa María Gallón, in memoriam.

¿Qué se espera, una autocrítica de los nuevos liberales luckeanos, para recomenzar de nuevo con lo clásico en poesía y novela, y evitar la sorpresa por deslices de una fanática al interior del sueño de Alfred Nobel? Apenas empieza el sondeo crítico. El poeta Jesús B. Comas dice que ahora si podrían dárselo a los críticos de literatura o ensayistas como Harold Bloom, por su Canon Occidental.

Mi sobrina Juliana dice que una vez en un concierto electrónico en Las Vegas, un D.J. colocó una canción de Bob Dylan y todos los jóvenes la silbaron y hasta ahí llegó el errante juglar. Que aburrido, dice.

Las generaciones hippies están felices, con Dylan, sus blues acústicos y eléctricos (rock de barítono bajo), la paz y el amor están aseguradas, porque fue él con su voluntad de poder musical que cuestionó a Los Beatles, a seguir el camino de la protesta contra la guerra de Vietnam, ahí estaba Jhon Lennon que merecía este privilegio exorbitante.

Quizás Jorge Luis Borges se levantó de su tumba en Ginebra (y pidió lo mismo), escuchó Thumber on the montain, vio, y cerró otra vez sus vistas, y se hizo el silencio; a esperar que su discurso del 10 de diciembre diga algo a sus escépticos que se lo quieren comer vivo. Bob Dylan seguirá inalcanzable con sus conciertos en vivo, más de 70 por año (en 52 años) para sus dos mil canciones cantadas. Es el canto la poesía, decía Gonzalo Rojas (In memoriam).

 

THE TIMES THEY ARE A CHANGIN

Bob Dylan

Venid gente, reuníos,
dondequiera que estéis
y admitid que las aguas
han crecido a vuestro alrededor
y aceptad que pronto
estaréis calados hasta los huesos,
si creéis que estáis a tiempo
de salvaros
será mejor que comencéis a nadar
u os hundiréis como piedras
porque los tiempos están cambiando. Venid escritores y críticos
que profetizáis con vuestra pluma
y mantened los ojos bien abiertos,
la ocasión no se repetirá,
y no habléis demasiado pronto
pues la ruleta todavía está girando
y no ha nombrado quién
es el elegido
porque el perdedor ahora
será el ganador más tarde
porque los tiempos están cambiando.

Venid senadores, congresistas
por favor oíd la llamada
y no os quedéis en el umbral,
no bloqueéis la entrada,
porque resultará herido
el que se oponga,
fuera hay una batalla
furibunda
pronto golpeará vuestras ventanas
y crujirán vuestros muros
porque los tiempos están cambiando.

Venid padres y madres
alrededor de la tierra
y no critiquéis
lo que no podéis entender,
vuestros hijos e hijas
están fuera de vuestro control
vuestro viejo camino
está carcomido,
por favor, dejad paso al nuevo
si no podéis echar una mano
porque los tiempos están cambiando.

La línea está trazada
y marcado el destino
los lentos ahora,
serán rápidos más tarde
como lo ahora presente
más tarde será pasado
el orden
se desvanece rápidamente
y el ahora primero
más tarde será el último
porque los tiempos están cambiando.

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