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Avance en Inteligencia Artificial, retroceso en Inteligencia Emocional

Los humanos necesitamos tener una idea clara sobre el sentido de la vida. Por el contrario hay muchos aspectos de nuestra vida que nos hunden en la incertidumbre, uno de ellos es el calentamiento global y las consecuencias sobre nuestro planeta. Vivimos el auge de la tecnología y nos parece fabuloso aprovechar sus ventajas y estar conectados con personas distantes. La inteligencia artificial y la biotecnología están en florecimiento, ofrecen a la humanidad el poder de rediseñar la vida, sus avances son sorprendentes, pero no están exentos de consecuencias. La biotecnología manipula lo vivo con algún propósito: económico, utilitario y estético. Los inversores aprovechan el negocio sin importarles los daños que puedan hacer al futuro de la humanidad.

Muy pronto los robots y la inteligencia artificial estarán sustituyendo a los trabajadores, y si bien pareciera un avance muy interesante, deberíamos contemplar las consecuencias que comporta el desplazar y sustituir a la fuerza humana laboral.

Todo lo que tiene que ver con ciencia y tecnología atrae la atención de multitudes, así lo demuestran las exposiciones como la que acabamos de presenciar en expo Guadalajara, “Talent Land”, en la cual acudieron más de 60 mil participantes, con 1700 horas de contenido.

Sin embargo deberíamos reflexionar y preguntarnos si somos felices con tanta tecnología. Basta ver a los niños. Tras siete horas en la escuela, aprendiendo conceptos y teorías que quizás nunca utilicen y otras horas en la tarde haciendo las tareas, cuando llega el momento del descanso en lugar de jugar se la pasan conectados al celular y ni la televisión los atrae. El problema es que están solos. Los padres llegan por la noche, cansados de tantas presiones para costear los “billes” como dicen los mexicanos en su spanglish: pagar impuestos, renta, gasolina, luz, comida, seguro del carro, en fin, todos los gastos de una familia. Viven programados y de tanto estrés no les queda energía ni para disfrutar sexualmente la intimidad.

Cada vez es más difícil comunicarnos de manera presencial, los mensajes por whatsapp dominan la comunicación. Los jóvenes se enganchan de tal manera en sus interpretaciones, que las relaciones se vuelven neuróticas. Hasta hace unos años parecía ciencia ficción, pero, la inteligencia artificial y la facilidad de conectarnos están cambiando nuestras costumbres. Las ventas en línea son la novedad que ha hecho millonarios a visionarios como los propietarios de Ali Babá, eBay, Amazon, y ha mandado a la ruina a muchos negocios departamentales como Macys en Nueva York.

Es una pena. Por estar conectados al ordenador todo el tiempo no nos concedemos una pausa ni para preparar nuestros alimentos o salir a comer a un restaurante.

Es triste que se pierda el placer de cocinar, una de las seducciones primarias del ser humano, todo un acto de erotismo. La comida es un patrimonio cultural, es parte de la identidad de cada país.

Como dijo Don Quijote a Sancho: “si tu trabajo no da para comer, no vale dos habas”. Gracias al poder de los Smartphones la venta de comida a domicilio se ha incrementado en un 50 por ciento, basta deslizar el dedo y, en unos minutos, llega hasta la casa nuestro pedido. La comida rápida domina las preferencias: pizza, hamburguesa, hotdogs, papas fritas, casi nadie pide frutas o verduras. Consecuencia: obesidad y diabetes.

También preocupa el daño que el exceso de tecnologías ocasiona a la salud mental. Los cerebros acelerados causan trastornos compulsivos y psicóticos como paranoia, desconfianza, aislamiento.

Muchas personas transcurren diez, doce horas o más sentadas frente al ordenador, hasta que se les daña el “chip”, se salen de la realidad y presentan crisis psicóticas.

Es triste porque las generaciones actuales no podrán disfrutar de una buena calidad de vida, y solamente sentirse afortunadas si consiguen existir. Necesitamos más humanismo, hay que medir las consecuencias de nuestros actos y reflexionar sobre nuestra realidad. El futuro impulsado por la tecnología puede llevar al apocalipsis de la humanidad.

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