Dicen que la felicidad depende de dos realidades: una, que se renueva cada 3 minutos; cuando vives el presente. Otra, que va transformándose en la memoria; cuando piensas en el pasado o el futuro.
Hay hombres que piden que me quite la pintura roja de los labios, penetrarme a secas, esperarlos por horas en el lobby. Me han prometido fines de semana de escritura o sexo, y jamás cumplen. Otros piden amor incondicional unidireccional; una mujer que les de un hogar sin compromisos, la felación perfecta o que les pague la cuenta. Quieren ganarse la bandera jugando Paintball: protegidos por rodilleras y cascos, solamente golpeados por bolitas de pintura.
Todos ellos creen que las mujeres nos repetimos como un molde, mejor aún si es fabricado a la medida de sus deseos más primitivos.
Suda a diario en el gimnasio, en vez de enfrentarte a un buen libro. Usa la boca para sonreírles, no los hagas concienciar; serás perfecta.
Creen entenderte: la miras a los ojos, atentamente, sin que note que estás ausente; luego, le dices lo que quiere escuchar.
Escúchame, —les digo—: ninguno sabe cómo tocarme para hacerme llegar al orgasmo o saciar mis inquietudes; últimamente, tampoco lo intentan.
Visitarás la carnicería: pesarán los gramos que les des y te etiquetarán con el mismo precio; ya me han cocinado como bistec, siendo lomito.
Tus opiniones son pistolas que apunta a sus testículos, e inician la ruleta rusa: lo que digas, podrá ser usado en tu contra.
Eduardo siempre tuvo razón. Eres tú: la que renueva su oportunidad de cambiar tus memorias cada 3 minutos, soñando despierta con que serás sorprendida. La que eligió creer en héroes que nacen de sus miedos y se enmascaran ante el público. La que procuró comprender al que prefiere luchar por dinero o comodidad que por calidad. La que se acostó con los que le temen a nosotros, los críticos del corazón. Eres la que inventó que él podía ser una estructura con vista a los océanos: visualizaste el nado de delfines en una orilla que apesta a peces putrefactos, tapándote muy bien la nariz para seguir caminando.
Eduardo permanecerá ahí, intacto; leyendo bestsellers para escudarse tras hipótesis superfluas cada vez que deba descodificar tus columnas como si fuese a encontrar en la siguiente página la empatía, la sensibilidad o el criterio que le faltan. Ni la brisa lo balanceará, porque le dan igual Las Tetas de María Guevara o las de Pamela Anderson en Venice Beach. Un día amanecerá con los ojos congelados en la última mujer que tendrá que ver engordar, la lengua acrecentada y pisoteada; la barba habrá retomado su origen. No importa cuánto deshaga, como todos ellos, seguirá pensando que yo puedo enamorarme de él….
Hay hombres que ven exclusivamente por un hueco.
Dedicado a Eduardo, y a todos aquellos que me clarifican,
— Natalia Bravo
@nataliabravoz
Ass·hole: noun
vulgar slang
- the anus.
- an irritating or contemptible person.
- Pendejo nm
- Culero adj (lazy)
- Ano o Culo
Ass: Culo
Hole: Hueco
Amor (RAE):
- m. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia,
necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.
- m. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando
reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.
- m. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.
- m. Tendencia a la unión sexual.
- m. p. us. Apetito sexual de los animales.
- m. desus. Voluntad, consentimiento.
- m. desus. Convenio o ajuste.
- m. pl. Relaciones amorosas.
- m. pl. Objeto de cariño especial para alguien.
- m. pl. Expresiones de amor, caricias, requiebros…