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Guadalupe Loaeza

Asesinada

A Victoria Esperanza Salazar la policía de Tulum le partió el cuello y la quebraron, en otras palabras, la asesinaron. A pesar de que cuatro policías, ya habían esposado a Victoria, la mujer policía la puso boca abajo y con la fuerza de su rodilla le ocasionó «una fractura en la parte superior de la columna vertebral producida por la ruptura de la primera y segunda vértebra lo que provocó la pérdida de vida de la víctma», dijo Oscar Montes de Oca, fiscal general de Quintana Roo. Ya se inició el proceso contra los cuatro asesinos por el delito de feminicidio. Victoria tenía 36 años de edad y era madre de dos hijas adolescentes.

Devastada, con la cabeza gacha y la mirada tristísima, Rosibel Arriaza, madre de Victoria, dijo: «Siento indignación, me siento impotente, me siento frustrada, yo hubiera querido estar allí como madre». Doña Rosibel describió exactamente los sentimientos de miles de mexicanas respecto a tantos y tantos feminicidios cometidos en nuestro país y sin resolver. Sí, las mujeres sentimos vergüenza, rabia y mucho coraje por lo que sucede en un «país feminicida». No en balde, madres, hijas, hermanas y familiares protestaron frente a Palacio y volvieron a proyectar los nombres de las víctimas, tal como lo hicieron el 7 de marzo, en la fachada del inmueble. «SOS, nos están matando; SOS, nos están asesinando; SOS, nos están ignorando; SOS, nos están asfixiando; SOS, la policía no nos cuida; SOS, un violador será gobernador; SOS, nos matan nada más por ser mujeres; SOS, están asesinando a nuestras hijas; SOS, nadie escucha nuestros gritos; SOS, nadie nos cuida; SOS, no existimos para la 4T; SOS, demos el pésame a doña Rosibel». Para doña Rosibel, el caso de su hija: «lo están comparando con el de George Floyd en Estados Unidos. Entonces no es justo pues mi hija deja en la orfandad a dos niñas que están en México y son menores de edad».

La historia de Victoria, madre soltera, migrante que vivía en México desde hace cinco años, es muy triste. Ella nació en Sonsonate, «ciudad cocotera», una pequeña población salvadoreña, llena de palmeras, la cual se encuentra muy cerca de Guatemala. Es una zona colonial donde se siembra cacao. En Sonsonate se celebra la Semana Santa con mucho rigor y está considerada como parte del patrimonio cultural religioso. Seguramente Victoria era muy devota a la Virgen de la Candelaria, patrona de Sonsonate, lástima que no le brindó su protección al llegar a nuestro país. Qué irónico, porque al huir de El Salvador por violencia de género, como dijo nuestro compañero, César Martínez, en su espléndido reportaje, Victoria: «encontró la muerte en México a manos de policías municipales de Quintana Roo». Lo más probable es que también haya huido, debido a la pobreza y a muchas carencias. La asesinada por manos mexicanas llegó sola a nuestro país. No vino con sus dos hijas, pero después, y sin ser registradas como refugiadas, ambas entraron a México. «En 2017 no se registraban (en la Comar) con precisión los motivos de refugio, en el expediente sólo se indica por motivos de género», indicó Andrés Ramírez, titular de la Comar, en entrevista. Finalmente, Victoria obtuvo una visa humanitaria, con las mismas garantías y derechos que cualquier mexicano, salvo contar con los derechos políticos. «En todo el año 2017, la Comar registró alrededor de 14 mil personas refugiadas, mientras que en este 2021 se superaron los 13 mil tan sólo en enero y febrero». La Comar está intentando localizar a las dos hijas de Victoria, una de 15 y otra de 16 años, pero como no son reconocidas como refugiadas, resulta muy difícil localizarlas.

¿Qué hubiera pasado si no se hubiera filmado, desde un celular y no se hubiera hecho viral el asesinato de Victoria? Hubiera sido un crimen más totalmente impune, como los que hay de más en más en Quintana Roo. Hace días fue hallada otra mujer sin vida en la Isla de Holbox. Karla era originaria de Yucatán y se dedicaba a conducir un taxi, que allá en la isla en realidad los taxis son carritos de golf. Como bien dice Andrés Ramírez, de Comar, sobre el asesinato de Victoria: «Era una persona que llega huyendo por cuestiones de persecución, que lo que procura es protección internacional y procura tener en nuestro país la protección que no obtuvo en el suyo».

Qué bueno que por fin López Obrador reconoce sentir «vergüenza» por el feminicidio de Victoria. Sin embargo, le decimos: «Too late!!!”…

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