Los espacios domésticos suelen cobijar recuerdos, momentos, energías que se manifiestan de distintas formas. ¿Pero qué sucede cuando esas manifestaciones parecieran perseguirnos? Nos confrontan en cada rincón como esperando respuestas a las decisiones que tomamos, a las batallas de las que huimos, a caricias no correspondidas.
Este trabajo fue realizado en analógico en 120mm con una Yashica MAT 124G (una cámara de 40 años aprox) y luego fueron digitalizadas las imágenes.