Noam Chomsky, filósofo, lingüista y politólogo, mencionó en nuestro país los desafíos a los que tenemos que responder y que jamás habían surgido en la historia de la humanidad: el cambio climático, la migración vista como pandemia, la guerra nuclear, todo a consecuencia de la crisis moral de deshumanización. Las crisis que enfrenta la humanidad son las más graves de la historia, los países están más armados que nunca. Nos invade una carrera armamentista, las provocaciones constantes de los líderes enfermos de poder nos tienen en tensión, les urge un conflicto, quieren dominar al mundo, cada vez invierten en armas más poderosas de destrucción masiva.
En cuanto al cambio climático, el Presidente Trump y su administración lo niegan cada vez que pueden, pero es un hecho. La ciencia ha demostrado las consecuencias que ya empezamos a sufrir. Sabemos que en México vivimos en zona sísmica, de manera que cada cierto tiempo se presentan terremotos, pero, no habíamos sufrido huracanes tan frecuentes y de tal magnitud. La comisión del cambio climático de Estados Unidos ha alertado sobre la posibilidad de un aumento del nivel del mar, hasta dos metros, en este siglo. Pensemos las consecuencias, ciudades como Nueva York, Miami, Can Cun, Acapulco, por mencionar algunas, quedarían bajo el agua, y otras sufrirían sequías. Se habla del tema, asusta, pero no se agarra el toro por los cuernos, los ciudadanos seguimos sin tomar consciencia de nuestra responsabilidad.
Otro desafío para los países es la migración, los movimientos de personas han llegado al grado de pandemia; son personas que huyen de conflictos armados, otros que buscan trabajo o se alejan del narcotráfico. Millones de personas han dejado sus países de origen. Las sociedades ricas, llamadas de primer mundo han creado este problema, millones se han desplazado de Siria, Haití, Centro América y de México a raíz de los tantos problemas causados por el narcotráfico, la corrupción y la impunidad.
Otro aspecto de este mismo problema es la migración del campo a las grandes ciudades, con consecuencias como: carencia de empleo, desintegración familiar y falta de trabajadores en el campo.
En cuanto a la deshumanización, vemos que repetimos las reglas que enfrentan los animales: la ley del más fuerte y la del pez grande que se come al pequeño. Los líderes enfermos de poder, quieren dominar a la humanidad. Por instinto de conservación todos estamos a la defensiva sin saber quién es el enemigo; incluso nos volvemos contra nosotros mismos. Entre tanto desafío actuamos bajo el principio del placer: comer, beber, atrapados en la lujuria, en sustancias adictivas; nos encanta romper las reglas movidos por el hedonismo.
También nos enfrentamos a las estrategias de manipulación de las masas, que muchas veces se resumen en crear problemas y después ofrecer soluciones; el método se llama “problema-reacción-solución”. Se crea un conflicto o una crisis, planeada, para causar reacción en un grupo como, por ejemplo, dejar que se intensifique la violencia al grado de atentados sangrientos, terroristas, con la finalidad de que la sociedad reclame soluciones y luego se presenta un salvador dispuesto a resolver el problema. Otro ejemplo, crear crisis económica de manera que ante la demanda de empleo acepten salarios más bajos, pierdan sus bienes, así el que el que tiene dinero comprará los bienes a bajo costo, el rico se vuelve más rico y la clase media, la que sostiene la economía, pierde sus bienes. Si queremos continuar como especie, es necesario dejar la indiferencia, la irresponsabilidad, el egoísmo. Somos seres sociales, unidos tenemos experiencias espirituales.