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Karl Krispin

Zapatea para otro lado

De acuerdo a la información del diario El Nacional, el expresidente del Gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, camarada de la labor del Gobierno, “aboga porque el mandatario (Maduro) continúe en el poder hasta el año 2018”. Debe tener una amistad verificable ya que pudo reunirse con Leopoldo López. Supongo que no fue sometido a una requisa infamante. El PSOE por cierto es un partido que estuvo en completo silencio en España durante la dictadura de Franco según el antiguo comunista y terrorista -ahora historiador- Pío Moa, y que durante la presidencia del almirante Carrero Blanco y en previsión de la evidente transición que se veía venir, los cuatro gatos del socialismo español fueron contactados y aupados por el régimen, temeroso como estaba de la posible influencia que pudieran tener los comunistas en una España sin el Caudillo. De los gobiernos socialistas en la península, el de Zapatero ha sido el ruinoso por excelencia sin mencionar su innecesaria Ley de Memoria Histórica que reabrió las heridas del pasado. El PSOE sigue en picada y la prueba es su actual secretario Pedro Sánchez, más pendiente de hacerle ojitos a la militancia de Podemos que del futuro de su país.

Con dignidad, Leopoldo López habría puesto en su lugar a este mediano mediador, al venirle con unas propuestas poco claras y entreguistas de la lucha constitucional librada por la oposición venezolana. No sé si alguien ha podido explicarle a este aventurado el significado del término referendo revocatorio que es a lo que la inequívoca mayoría aspira. Por cierto que los opinadores vinculados al oficialismo se ufanan de la paternidad del revocatorio con un sentido delirante de franquicia. Que se sepa nuestra actual constitución no es de la propiedad exclusiva del MVR o su hijo pródigo, el PSUV. Es a secas de todos los venezolanos.

El único diálogo posible es el del revocatorio porque allí sí que opinará sin galimatías el pueblo venezolano. Si de consciencia hablamos y no me cabe la menor duda de que la hay en el chavismo, debe ser la de entender la hora menguada y el peligroso disparate que vivimos. Con dejar que se imponga la voluntad pacífica de transformación del revocatorio, el presidente Nicolás Maduro podrá demostrarle a la historia que tuvo la grandeza suficiente para confirmar una vocación democrática que encarnó. En cuanto a usted don José Luis: zapatee para otro lado. No sé cuándo será su vuelo de regreso pero le aconsejo que adquiera conservas de guayaba en el aeropuerto para endulzar el fracaso inmenso de su brevísimo rol como mediador.

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