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Juan eduardo fernandez
Photo Credits: Dimitris Iliopoulos ©

Vuela alto “Caballito”

Mi padre ha muerto… si ya perder a un padre es durísimo, imagínense lo que significa perderlo estando lejos.

Cuando dejas tu tierra, inevitablemente te haces el planteamiento: “Morirá gente y no estarás para despedirlos”. Si bien es cierto que yo también hice el ejercicio, nunca pensé que me tocaría tan pronto y justamente con mi papá.

Es trillado decir que uno tuvo el mejor padre del mundo, pero esta vez, por lo menos para mí es una de las verdades más grandes; o por lo menos es mi verdad.

Estas últimas horas me han revelado algo que yo ya sabía: Mi papa, “el caballito”, “el panita”, es un tipo querido por todos. No se imaginan el apoyo y la solidaridad de los vecinos, amigos y familiares. Mi papá es tan pana, que hasta mis amigos de la universidad preferían estar con él que conmigo. Papá es un tipo de alma joven.

Sigo conjugando el verbo “estar” en presente, porque sé que papá será recordado por muchos. Y mientas que uno pueda ser recordado, y sobre todo si es para bien… se debe seguir conjugando en presente.

A papá le debo mucho, ser periodista se lo debo a él, porque desde los 4 años me ponía a ver las noticias, y me preguntaba acerca de lo que habíamos visto. También le debo el ser comediante, porque además de ponerme a ver Radio Rochela era ( y sigue siendo), un tipo alegre, al que le gusta reír y pulir la hebilla (bailar).

En la adolescencia tuvimos nuestros encontronazos (como es normal), mi papá es un tipo muy dinámico, le gusta sembrar, ordeñar vacas, arreglar carros, y trepar árboles. Yo por el contrario era más reposado, digámoslo así, y esas cosas me daban flojera.

Pero pasado ese trance de la adolescencia, se convirtió en mi compañero. En las primeras entrevistas que hice, papá fue mi fotógrafo y, aunque no estudió periodismo, recuerdo que íbamos en el carro y me decía: tienes que preguntarle esto, tienes que preguntarle aquello.

De hecho, hay una foto muy especial que me tomó mi papá entrevistando a Laureano Márquez. Laureano además de ser el humorista que más admiro, fue la primera persona que entrevisté.

Papá y yo entrevistamos a Fausto Masó, Erika de la Vega, Nelsón Bocaranda y a muchos otros. Vivimos muchas anécdotas cómicas, porque mi papá es un tipo que te cae bien desde que lo conoces. Como dirían los argentinos: Es un tipo muy buena onda.

Con papá fui a cubrir un Miss Venezuela. Aquella vez, él estaba viendo unos carros antiguos en el estacionamiento del Eurobuilding, cuando de repente se le acercó un muchacho y le dijo: “tremendas naves, verdad maestro”, a lo que panita le contestó: “Si mijo están finos. Esos son carros caros, pero si trabaja mucho seguramente se podrá comprar uno”. Resulta que el muchacho que estaba viendo los carros con papá era Daddy Yankee.

Y si, ese tipo de cosas le pasan a mi papá. Es un tipo que tiene millones de anécdotas. Eso lo heredó de mi abuelo Miguel.

Para Mía, Roberth y Francita, sus nietos, eres un súper héroe. Cada vez que se descomponía algo en la casa o se rompía algún juguete me decían: ¿Por qué no llamas al abuelo? O “el abuelo puede arreglarlo todo”.

Para mamá fuiste sin duda su compañero de vida, más en este último año cuando tuvieron que despedir a sus dos hijos. Seguramente tenian sus problemas, como todo el mundo, pero ni mi hermano ni yo tenemos recuerdo de alguna pelea fuerte ni nada por el estilo.

Anoche mientras trataba de contestarme tantas preguntas, me llegó un mensaje tuyo a través de un amigo. Aunque ya estabas muerto, no me queda la menor duda de que me lo mandaste tú, viejo.

 

juan eduardo fernandez

 

El mensaje dice así

“Poema escocés para despedir a un ser querido”
Puedes llorar porque se ha ido,
o puedes sonreír porque ha vivido.

Puedes cerrar los ojos y rezar para que vuelva,
O puedes abrirlos y ver todo lo que ha dejado;

Tu corazón puede estar vacío porque no lo puedes ver,
O puede estar lleno del amor que compartiste.

Puedes llorar, cerrar tu mente, sentir vacio y dar la espalda,
O puedes hacer lo que a él le gustaría:
Sonreir, abrir los ojos, amar y seguir.

Te pido que no te preocupes papá, tus nietos van a estar bien porque tanto a Gabriel como a mi nos dejaste un modelo a seguir. En cuanto a mamá, demás está decirte que la vamos a acompañar y la vamos a ayudar a aceptar este duro momento.

Vuela alto Caballito,

Acá yo estaré esperando a que me vengas a buscar.

Te amo papá, bendición.


Photo Credits: Dimitris Iliopoulos ©

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