Somos una revista independiente que sobrevive gracias a tu apoyo. ¿Quieres ser parte de este proyecto? ¡Bríndanos un café al mes!
Nereo López Mesa

Un tal Nereo López Mesa

NUEVA YORK: Recordatorio: Ombe Nereo, pues te digo que si el maestro Alejandro Obregón decía que pintaba para que lo quisieran después de muerto…, oye, es que tu también entrabas ahí mismo y bien derechito en el paquete ese…, oye; mira, fue que no te lo dije por esas vainas de las que sabíamos tu y yo; vainas de las que no se hablaba con todos, como pa’ no joder más con el pasado, y tener que mencionar nombres y decir cosas de las que ya casi todos sabían, o sea, como para no hablar mermelada, como siempre me dijiste, y que en una de mis últimas visitas con la Catalina Santamaría, recuerdo que hasta te llevaba un buen rollo de papel higiénico, ya sabes pa’ qué oye…, puesto que íbamos a limpiar todo, y así no dejábamos pruebas de lo dicho, y todo eso quedaba en el papel, pero en el papel del rollo, algo así como pa’ joder, ya que pensaba hacerte hablar como cotorra mojada, y eso gracias a la sugerencia de otra mujer que te quiso tanto, la Jackeline Donado, mira, pues fue la que me dijo que te buscara, y dizque tú le confesaste muy discretamente lo de la idea del proyecto nuestro de fotógrafos haciéndote un homenaje; me chiviaste viejo, oye, pero es que no ombe Nereo, fue que me pusiste entre la espada y la pared, con esa vaina de que te llevara chocolatinas, y que no fueran rellenas de nada…, algo así como si este aprecio que te ganaste sin tanto esfuerzo, como pa’ que de esta forma nos diéramos cuenta de que comenzaste a vivir en nuestros corazones sin pagar arriendo; oye es que ya tu sabes, fuiste de esos inquilinos que se nos vuelven familia… coño! y ahora me cuentan que no sé qué cosa, y que hasta has decidido que el último viaje sea por agua; ajá, oye, y me han dicho que te vas por el mismo río por donde también despedimos al Raoul; pues sí ombe, el amigo cubano aquel, con quien a veces confidenciábamos tanto, y ahora pues, si sus aguas corren de pa’ abajo, viejovivo, ya no recibirás nunca más los fríos del invierno norte, y quien quita, oye, que cuando vaya por esos lados de tu Cartagena, o esa otra curramba de mis escasos recuerdos, y allá en un Prado Mar, y muy cerquita a Puerto Colombia, y tal vez bajo tremendo sol, de pronto hasta decida probar sus aguas y saber así de golpe que te has vuelto inmortal, porque en cada gota de mar algo de tu esencia nos recordará que tuvimos un amigo, de esos robacorazones, y que en nuestra personal historia, de alguna forma existirá siempre para todos nosotros un tal Nereo López Mesa.


Photo Credits: Nereo López Mesa

Hey you,
¿nos brindas un café?