Somos una revista independiente que sobrevive gracias a tu apoyo. ¿Quieres ser parte de este proyecto? ¡Bríndanos un café al mes!
turing
Photo by: Richard Gillin ©

Turing, el innombrable

Durante la llamada guerra sucia (1976-1983), los militares argentinos usaban mensajes cifrados, papeles con signos invertidos, números y letras. Se dedicaban a un entrenamiento especial para enviar y recibir contenidos ocultos. Ese gusto por el secreto había sido sistematizado por un gran matemático inglés: Alan Turing. Para los militares argentinos el problema era que Turing había sido gay. Para los militares machistas y católicos ser homosexual era una aberración, una afrenta a Dios. ¿Cómo podía ser que un degenerado hubiera inventado la ciencia que ellos adoraban?

El estatuto oficial prohibía decir su nombre. El que lo decía era encerrado en la cárcel o quedaba condenado a rezar durante meses en una celda especial. La cúpula castrense no solo usaba el sistema cifrado de Turing para limpiar la patria sino también aludir a Turing.

Turing, como Perón, era innombrable.


Photo by: Richard Gillin ©

Hey you,
¿nos brindas un café?