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Terroristas en Venezuela

La reciente detención en Estados Unidos de tres miembros sirios de Al Qaeda, con pasaportes falsos colombianos, pero procedentes de Venezuela, ha puesto de nuevo en el tapete la creciente relación del régimen de Maduro con el terrorismo internacional. Efectivamente, según las autoridades norteamericanas los tres individuos estaban preparando un atentado terrorista. Al mismo tiempo, frente la ejecución de Soleimani, Jefe de los Quds, fuerza élite de la Guardia Revolucionaria iraní, estratega máximo de las acciones terroristas de Irán y de Hezbollah, Diosdado Cabello y Pedro Carreño, al firmar el libro de condolencias en representación del régimen, prometen vengar a Soleimani. A esto habría que agregar la presencia del ELN y de las FARC disidentes en Venezuela, con el evidente apoyo y beneplácito del régimen. En efecto todo el territorio venezolano al sur del Orinoco se ha transformado en el centro de operaciones financieras y militares del ELN, organización calificada de terrorista en la reciente III Cumbre ministerial hemisférica contra el terrorismo.

La vinculación del régimen con grupos terroristas es de vieja data. Recordemos a este respecto el extraordinario relato del periodista español Antonio Salas que, en su libro “El Palestino”, nos informa como se infiltró en las redes del terrorismo internacional, adoptando la personalidad ficticia de Muhammad Alí Tovar. Aprendió árabe, se convirtió al Islam y se circuncidó. Hay que mencionar que Salas es un hombre de izquierda, con una clara simpatía inicial hacia el chavismo, sin embargo, en las revelaciones del libro, documentadas con fotos, grabaciones y videos, obtenidos con una cámara oculta, confirma las denuncias sobre las conexiones de sectores del régimen venezolano con grupos terroristas como la ETA, las FARC, Hamas y Hezbollah. Las evidencias de Salas comprueban la veracidad de las informaciones que provenían de guerrilleros desmovilizados de las FARC y de los contenidos de los computadores de Raúl Reyes, el fallecido líder de las FARC. Ya en el 2008 Estados Unidos acusó al diplomático venezolano, Ghazi Nasr al Din, de trabajar para Hezbollah. Nasr al Din fue el Encargado de Negocios de Venezuela en Siria y después Consejero político de la Embajada venezolana en Líbano. La Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro colocó a Nasr al Din en su lista de personas vinculadas con el terrorismo y congeló los bienes que poseía en Estados Unidos. Según la OFAC Nasr al Din había organizado en enero del 2006 la visita a Caracas de representantes de Hezbollah, quienes recaudaron fondos y anunciaron la apertura de un centro comunitario y una oficina de Hezbollah en Venezuela. También en estos últimos años, en varias ocasiones, la prensa venezolana ha denunciado la presencia de empresas ligadas a Hezbollah en la isla de Margarita. Recordemos, finalmente, que Chávez se refirió, públicamente, a Carlos Ramirez, el Chacal, nuestro terrorista mayor, como “un luchador revolucionario”, con el cual él compartía “una profunda fe en la causa y la misión” y afirmó que las FARC “son un movimiento político bolivariano, que en Venezuela se respeta”. A confesión de parte, relevo de pruebas.

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