(es el rígido insomnio en tiempo y el ser)
Es la incolora nada
el viento no arrastra
la eternidad ochavada
de la demencia viciada
en burbuja flaca, rayada
por siglos sagrados
torcidos ayeres desnudos,
carcomidos
Del ayer, de la nunca
quien me pregunta
el mundo y su aguda punta
unida en la conjunta
de la maldición nocturna
huecos en la Vía Láctea
se cerraron las luminosas
estrellas paganas
por los ángeles pagados
el viento silba por el techo
el cuarto se derrumba
la remanecia amarga
teje el halo de la luna
Lejos de la letra vivida
en página secunda
de versos dorados
de Petrarca y su amada
Laura
la lluvia canta
Quien está en la esquina
torcida, rara, escondida
en los triángulos de Borromini
en la quatro fontana
tú o yo o una refugiada?
La molida soledad
cuelga del techo soberano
como un disecado olvidado
yo, encerrado dios
en la mágica nada
guardando el tiempo
en la vacía burbuja
del miedo
Las almas en pena
y los médicos dementes
diferentes del testamento
escrito por Jeremías
lloran por las letras
grabadas, oblicuas
en el techo
Excusas por vivir
mil años sin sombra
de la vaguedad nocturna
del denso y hermoso
finales del otoño
in gloriam Dei
Señor ciérrame la noche
estamos sin lámpara
estamos sin bombillo
Torquato Tasso
con Lucrezia Urbano
en el jardín sin techo
enloquecido
Señor quítame el techo
quítame la noche
Agnus Dei
ciérrenme la puerta
estoy sólo, sólo yo
el hombre.
CONVERSACIÓN
… y esto?
sí,
para mí?
sí,
es la muerte,
gracias,
de nada