Somos una revista independiente que sobrevive gracias a tu apoyo. ¿Quieres ser parte de este proyecto? ¡Bríndanos un café al mes!

Sociolenguaje

Nota: Es importante que aclare que el término “sociolenguaje” será palabra usada para un propósito específico en este texto, y que difiere de la sociolingüística, que es la disciplina que estudia la influencia de la sociedad en el lenguaje.


El lenguaje tiene una estructura que vamos adquiriendo a lo largo del desarrollo de nuestra vida, así que cuando alcanzamos cierta edad, ya tenemos la capacidad de expresar nuestras ideas con la suficiente coherencia para que sean entendidas por otro. Primero aprendemos a hablar sílabas, luego palabras, oraciones y por último historias con un inicio, un nudo y un desenlace. Si notáramos la cantidad de historias que contamos a diario, nos daríamos cuenta que somos mejores narradores de lo que pensamos.

A pesar que contar cuentos es una habilidad innata -entendiéndose cuentos en el sentido amplio de cualquier narración, y no en el sentido estricto que lo define la literatura- hay algunos de nosotros que se convierten en mejores cuenta cuentos que el resto.

Todo esto del lenguaje y su estructuración me hace pensar que cada sociedad tiene una especie de sociolenguaje que permite que nos cuente lo ocurrido a través del desarrollo de los hechos que construyen su historia. Así como cada quien tiene su estilo de narración, cada sociedad tiene su manera de secuenciar los eventos, y a pesar de las similitudes, cada una tiene sus particularidades. Cuando menciono el término sociedad, también lo utilizo en un sentido amplio, contando como tal cualquier grupo social a partir de dos personas.

Siendo tan amplios los criterios, ¿qué establecería lo normal? La respuesta es muy sencilla: lo que es funcional.

Creo que es evidente que mientras más grande sea el grupo social, más difícil será comprender su sociolenguaje. En el caso de Venezuela, haré mi mejor intento.

Usualmente, no me caracterizo por ser la persona más positiva con respecto a la situación que mi país atraviesa, pero eso no me impide ver que somos una sociedad que está aprendiendo a hablar. Nuestra libertad tiene más de 200 años de haber sido decretada, y aún así considero que nuestro sociolenguaje está en la etapa del balbuceo. En nuestra historia ha habido pocos momentos en los que, desde mi percepción, a pesar de haber existido un progreso notorio, el mismo no se sostiene en el tiempo.

Creo que a nuestro sociolenguaje aún le falta mucho para poder narrar una historia sana de una sociedad que progresa continuamente, pero si hay algo que espero que como país hayamos aprendido en los últimos 17 años (deseando que al régimen no le queden más), es que tenemos que construir un sociolenguaje más evolucionado y coherente, para poder narrar mejor los hechos que nos componen.

Hey you,
¿nos brindas un café?