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Socialismo, comunismo, ya no funcionan

La ideología de Chávez en Venezuela no es más que una farsa. Ni son revolucionarios, ni son demócratas, ni son de izquierda, el oficialismo se ha quedado sin pueblo, solo lo apoyan los beneficiados por el sistema. Maduro solo utiliza a Chávez, la foto de ambos aparece en las despensas de productos básicos que compra en México y luego revende con una ganancia de más del cien por ciento. En los últimos dos años Chávez ha ido perdiendo presencia y Maduro ha ido perdiendo el piso, el poder lo enloqueció.

La mayoría de la población vive con sensación de derrota, el oficialismo tiene un panorama muy incierto y complicado, los líderes no tienen popularidad, han perdido legitimidad internacional, enfrentándose a un país que no los quiere y que no les cree. Mientras, les faltan ideas y les sobran armas.

Durante los últimos seis meses México ha recibido más de 1400 solicitudes de asilo. Maduro sigue dando pasos para llevar a Venezuela a una dictadura y para instalar el comunismo muy al estilo de sus colegas cubanos. Le preguntaron a un fanático que apoya a la Asamblea Constituyente. -Si tuvieras dos casas ¿donarías una a la revolución? – Con todo gusto – respondió. – Si tuvieras dos autos de lujo, ¿donarías uno. – Sí, con gusto. – Si tuvieras unos millones en tu cuenta bancaria, ¿donarías la mitad? – Sin pensarlo -respondió orgulloso el camarada. – Si tuvieras dos gallinas, ¿donarías una? – Eso ¡no!, respondió. – Pero no te entiendo. Si tuvieras un departamento lo donarías, un auto de lujo también, si lo tuvieras, y la mitad de tu fortuna si la tuvieras en el banco, pero no quieres donar una gallina. – Porqué las gallinas si las tengo y esas no las dono, ¡luego con qué me quedo!-.

Es muy fácil ser comunista con los bienes ajenos. Los sistemas económicos se pueden explicar con la ayuda de dos vacas, esta metáfora tiene 80 años y siguen tan vigente. En el comunismo: Tienes dos vacas, el estado se las lleva y te da algo de leche. En el socialismo: Tienes dos vacas y le das una a tu vecino. En el burocratismo: Tienes dos vacas, el estado se lleva las dos, le dispara a una, ordeña a la otra y después tira la leche. En el capitalismo: Tienes dos vacas, vendes una y compras un toro, el rebaño se multiplica y la economía crece, las vendes y te retiras con los beneficios. En el capitalismo con capital de riesgo: Las dos vacas las vendes a una compañía que cotiza en la bolsa, después ejecutas un swap de deuda por acciones de modo que devuelven cuatro vacas, con exención de impuestos por cinco vacas. Los derechos por la leche se transfieren a un intermediario, una compañía de las Islas Caimán, los propietarios secretos son accionistas mayoritarios que venden los derechos de las siete vacas a la compañía, el informe anual dice que la compañía posee ocho vacas. Una corporación francesa, tiene dos vacas, se pone en huelga, organiza disturbios y bloquea las carreteras, porque quiere tres vacas. Una corporación americana, tiene dos vacas, vende una y obliga a la otra a producir leche para cuatro vacas. Más tarde contrata a un consultor para analizar porque la vaca ha muerto. Una corporación suiza tiene 5 mil vacas, ninguna le pertenece, les cobra a los dueños por guardarlas. Una corporación china tiene dos vacas y a trecientos ordeñándolas, asegura que ha alcanzado el mejor empleo y una alta productividad, arresta al periodista que informa de la situación real. Una corporación india tiene dos vacas y las adora. Una corporación mexicana tiene dos vacas, en el campo no encuentran que comer, dicen que la leche la hacen queso y lo exportan a Estados Unidos, publican con orgullo hasta qué se pelean los carteles y les descubren que no era queso, era droga. Como dijo Margaret Thatcher: «El socialismo dura hasta que se les acaba el dinero… de los otros» y con palabras sabias de Churchill: «El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo de los ignorantes, el evangelio de la envidia y su virtud es el reparto igualitario de la miseria”.

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