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Jeronimo Alayon

Selección de poemas inéditos (IV)

 

Del libro La fuente calla con su torpeza de invierno
de mi heterónimo Evaristo Carrión

 

TRISTEZA

Tengo una tristeza de cosa caída atrás del siempre
de silencio en la garganta de la mañana
de quien sabe que el mapa nunca será el camino
una tristeza que espera
por un lenguaje que jamás podrá convocarla

Tengo la tristeza de los que se han reconocido
en la soledad

Esa tristeza que se porta una vez en la vida
porque después uno ya es otro

Tengo la tristeza de los que ya no son

No hay más hoguera en la caverna
ni sombras en la pared
ni sol afuera
solo tinieblas y gritos

Cómo decir con palabras
lo que las palabras han dejado de ser
Cómo decir lo que dicho no cabría en lo posible
para luego seguir el viaje en mi ausencia

Tengo la tristeza del exilio sin partir
sin morir
sin mí

Cómo reconocerme en alguien que ya no soy

Tengo la tristeza de los que iniciaron el viaje sin viaje
más profundo que la muerte
más distante
más solo

Tengo la tristeza de ese día
que no está en los calendarios

Tengo un nombre imposible de decir
vano de decir
y espero aquí
en este lugar insistido por el nunca
un lugar tan pequeño
sin ti
que el mundo cabría holgado en él

 

EN UN POEMA DE ELIZABETH BARRET

Anoche viniste a mí en un poema de Elizabeth Barret
«¿De qué modo te quiero?»
te preguntaste
desafiando al «abismo y la región más alta»

En un poema de Elizabeth Barret
oí tu voz
mientras miraba la cadena que alguna vez ató
tu partida al fingido olvido
tus ardores a tus viejos dolores

Ahora cierro y guardo mi libro
y tu voz entre sus páginas…

 

ÁVALON

Cruzo la multitud solo para verla a usted
señora
pero usted no me mira
apenas la puedo vivir de perfil

Ignora que anoche la hice palabra
Solo me queda eso
traerla a un poema
y dejarla allí
como una belleza fría

En ese poema huíamos a Ávalon
nos hacíamos edredón de piel en la bruma
y tempestad sincopada
banquete de manzanas sobre una cama de hojas doradas

Éramos usted y yo
mientras existíamos por la lectura de un desconocido
como ahora

Yo la miro desde 1859
o desde 1920
¿qué más da si la miro desde ayer o desde mañana?

La he mirado desde siempre
cada vez que alguien la lee en mis poemas

 

EL AGUA DORMIDA DE LA FUENTE

No te prometo el camino ni las verjas
tampoco los setos vivos
mucho menos los árboles
escoltando tu regreso a casa

No te prometo el cielo de tapiz francés
tampoco el farol escandinavo al final del amor
ni siquiera la almohada de mi hombro

No prometo amarte
más allá del tiempo de las palabras
ni más acá de las manos que zarpan

Solo te prometo el agua dormida de la fuente
cuando todo sea ocaso y ceniza
el agua dormida de la fuente

 

NOCTURNO DE CHOPIN

Cuando todos los pentagramas
sean calabozos de la esperanza
y el mundo
sea la portada rota de una revista
te esperaré
en un nocturno de Chopin

Cuando los establos vengan a la ciudad
cuando las ciudades huyan al mar
cuando todo esté tan gastado
que dé pena decir el nombre de cada cosa
te esperaré
en un nocturno de Chopin

El silencio y la ausencia
la memoria y la angustia
el todo de lo que fuimos
y no
suspendido eternamente
en una melodía
sin mí
en un nocturno de Chopin…

 

DI A MIS PALABRAS EL ENCARGO DE MIS MANOS

Di a mis palabras el encargo de mis manos
mientras te amaba en un poema

Mis versos ya no tuvieron
la herida de su sombra
y el fuego de sus contornos
voló rasante sobre el tiempo

Alba y ocaso se hicieron uno
y el mar se fecundó de imposibles

Entonces guardé mis letras
como quien esconde semillas en un huerto ajeno

Y cuando tuvieron edad
para mecerse solas en su columpio
supe
querida mía
que un día el balancín
sería quietud…

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