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Rol de nuestros luceros

La pasada semana comenzó con el impacto sorpresivo del triunfo de la selección portuguesa, sin su principal figura, clasificada a duras penas, sin victoria alguna en la fase inicial de la Eurocopa, contra el team galo, favorito y anfitrión, en el encuentro decisivo disputado en la capital francesa.

Culminó la semana con par de sucesos, presentados también en continente europeo, que conmovieron a la sociedad, y que guardaban entre sí fuertes similitudes: el factor inesperado, su carácter violento y el elevado número de víctimas mortales causados. Tales fueron los casos de la acción terrorista acaecida en Niza y la intentona golpista en Turquía.

Desde la perspectiva sideral una configuración planetaria guarda estrecha relación con los mencionados eventos sociales. Se trata de la posición protagónica jugada por el planeta Urano, completada con la confluencia energética de Marte.

Nuestras dos lumbreras –Sol y Luna-, con el concurso de Mercurio, el más veloz de los planetas, se ocuparon de activar la carga explosiva de Urano y Marte. Primero fue Mercurio, formando, desde Cáncer, un ángulo de 120º con Marte, en Escorpio; y otro de 90º con Urano, en Aries, eventos ocurridos entre domingo y lunes de la pasada semana.

En la noche del jueves 14, en plena celebración nacional francesa, la Luna se unía con Marte en Escorpio, mientras el Sol, desde Cáncer, formaba la cuadratura (90º) con Urano, en Aries: escenario cuasi perfecto para el atentado terrorista de Niza. La conjunción Mercurio-Venus, en Leo le otorgaría una cualidad sentimental al comportamiento humano, en medio de lo sorpresivo y arrasador de Urano, y la violencia de Marte.

Un día más tarde el Sol insuflaba su energía a Marte, para reforzar su potencia guerrera, mientras estrechaba su formación rectangular con el imprevisible y destructor Urano. En pocas palabras, se mantenía el ambiente de violencia que se expresó, mediante la aplacada acción militar turca.

Ahora le corresponde a nuestras luminarias recuperar su protagonismo natural. El Sol llega a su signo predilecto, Leo, donde mejor puede expresar su vitalidad, calor, energía y brillo, durante el día. Mientras que la Luna vuelve a mostrar toda su refulgencia, calidez y sensibilidad, en horas de la noche.

Después de un período de desbordamiento de la energía agresiva y violenta (masculina), del Sol, junto a Urano y Marte, incluyendo la que se expresó en el campo de fútbol, retorna la oposición de los contrarios, con el Plenilunio del martes 19, y con el acercamiento de Sol, Venus y Mercurio, transitando por Leo. Cada lucero tratará de revelar su propia naturaleza, pero ambos, en tensión, favorecerán el logro de un punto de equilibrio entre las fuerzas en pugna.


astrologuia.wordpress.com

Photo Credits: Colin

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