NUEVA YORK: El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) presenta la más grande retrospectiva dedicada al artista uruguayo Joaquín Torres-García (1874–1949).
La exhibición, cuyo curadores son Luis Pérez-Oramas y Geaninne Gutiérrez-Guimarães, respectivamente The Estrellita Brodsky Curator of Latin American Art del MoMA y Curatorial Assistant, Department of Drawings and Prints, MoMA incluye trabajos que van desde finales de 1800 hasta 1940. Reúne dibujos, pinturas, objetos, esculturas, cuadernos originales del artista y publicaciones raras.
Esta retrospectiva combina una visión cronológica con un acercamiento temático y está estructurada en una serie de cinco grandes capítulos que abrazan la obra completa del artista poniendo énfasis en dos momentos clave: el período que va desde 1923 a 1933, en el cual Torres-García participó en diversos movimientos de vanguardia europeos mientras establecía su propio estilo pictográfico-constructivista y de 1935 a 1945 cuando, a su regreso a Uruguay, produjo uno de los más extraordinarios repertorios de abstracción sintética.
Torres-García es uno de los más complejos y emblemáticos maestros modernos de la primera mitad del siglo XX. Su trabajo marca un camino de transformación para el arte moderno en ambos lados del Atlántico. Es grande su fascinación por las formas arcaicas, primitivas y esquemáticas y por la noción de utopía. Torres-García participó en los más importantes debates que se desarrollaron el siglo pasado entre intelectuales y artistas. Su implicación personal con los movimientos de la primera vanguardia, desde el Noucentismo catalán hasta el cubismo, ultraísmo-vibracionismo y neoplasticismo hacen de él una figura que merece una revaluación crítica integral en Estados Unidos.