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Recuento de las elecciones

Recién terminaron las elecciones en varios estados de México, derroche de recursos y guerra de partidos. El Estado de México es el bastión del PRI de manera que la lucha por ganar fue, con todo, contra el dueño de Morena y su arrogancia, es decir contra López Obrador y su candidata Delfina.

Estas elecciones son el ensayo para las siguientes, que llevarán al relevo de los Pinos. Las campañas, muy parecidas a las de Estados Unidos, plagadas de descalificaciones, debates sin propuestas, revelan actos de corrupción, candidatos al puro estilo populista; prometen en campaña lo que se les olvidará, o no podrán cumplir, en el ejercicio de sus funciones. Dijo el Peje al respecto “si, por actuar con responsabilidad social y luchar por la vía pacífica, me acusan de populista que me apunten en la lista”.

Su lucha no es pacífica, es una campaña de resistencia, lleva 12 años aferrado a ganar la presidencia de la República, demasiado expuesto, habla mucho, ofende y se lava las manos. Delfina, su delfín, la candidata del Edomex no tendrá manera de demostrar como gobernaría, el PRI se quedó con la gubernatura.

Las elecciones son un castigo al partido en funciones, no importa mucho la campaña, al final la mayoría de los votos es lo que cuenta. Lo que interesa es castigar la corrupción del partido en funciones, así lo demostraron en Veracruz al castigar al PRI, después de Duarte, el gobernador recién detenido que dejó al estado en bancarrota y con grandes heridas. Democracia significa el poder de las mayorías, el primer ejercicio es un acto de voluntad, pero a la hora de elegir a un candidato, es poco lo que podemos elegir, al candidato lo eligen en las cúpulas del partido, aquel que demuestre que les dará chance de hacer negocios a sus cuates, a quienes lo apoyen en campaña.

A la hora de las votaciones la participación es moderada, muchos castigan al partido no acudiendo a las urnas, pero los sufragios son lo que cuentan. Llevan “acarreados” a los votantes, los acercan a las urnas, les ofrecen ofertas de beneficios y ventajas de consumo, saben que en la guerra y en las campañas todo se vale.

Este ejercicio es parte del sistema, de manera que anular el voto o no acudir a las urnas no funciona como castigo, ya que ganará el que tenga mayoría. Hasta el año 2000, vimos la alternancia, el PAN derrotó al PRI, con un candidato populista, Vicente Fox. Anteriormente al IFE, las elecciones eran un ejercicio de simulación, los ciudadanos que acudían a las urnas sabían que el PRI no soltaría el poder y después de 87 años en funciones sigue vivito y coleando. Tenemos que entender que la Democracia se cultiva, y no solo compete al gobierno. Los políticos se enferman de poder, si se lo permitimos se perpetúan en su cargo y se vuelven dictadores. Lo vemos en Cuba, Venezuela y hasta en Estados Unidos, el país que se ostenta como modelo de democracia.

Pero hablemos de los costos de las campañas, se supone que hay topes regulados por el INE; en la campaña para un diputado federal se permite gastar un millón, en la práctica rebasa los diez y hasta 12. En el Edomex gastaron dos millones de pesos, diarios, tal parece que el requisito para ganar, es violar la ley. Les pregunto ¿no les parece que cobrar impuestos para que los despilfarren en las elecciones, sea un acto de rapiña?

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