CARACAS: Este escrito va dedicado a todos aquellos paisanos que se han ido de Venezuela, a mis compatriotas rojos, azules, amarillos y de todos los colores… recuerden siempre que la patria no es un pedazo de tierra. La patria son los amigos, los recuerdos y los olores de una tierra que les extraña y que les espera.
Ojalá que más pronto que tardes, todos podamos fundirnos en un abrazo de bienvenida y ya no de despedida sobre el mural de Cruz Diez.
Nunca la frase quemar las naves;
Me hizo ponerme tan triste
Pero es porque quemo nubes y no naves
y el cielo se torna de grises
Pancho ya no cantará
Ni picoteará la ventana
El sol no iluminará
Las palmeras en la mañana
Mis pies ya no tocarán
Descalzos la tibia arena
Ni mis ojos contemplarán
De tarde a la mar serena
Ya no veré a Naiguatá
Desde mi escritorio de piedra
Aún veré a la montaña
Pero ya no las palmeras
Macuto, Tanaguarena
10 de marzo, Caraballeda
Camuri Grande y Naiguatá
En mi corazón se quedan.
Quemar nubes y no naves
Tal vez no sea tan malo
Las naves son solo objetos
Las nubes un ideario.
A veces hay que cambiar
No solo por la humanidad
Sino por el propio bien
Aunque espero en poco tiempo
Querido mar volverte a ver.