A veces, cuando uno trabaja a base de sensaciones e impulsos, llega a un punto en el que no tiene ni idea de hacia donde está encaminado su trabajo. Todo son decisiones a medio tomar e ideas desdibujadas que buscan sin empeño.
Esta es una reflexión sobre ese punto medio. Ese pensamiento a medio camino. Esa incertidumbre alimentada por la inseguridad que, si no fuera por la esperanza que albergamos de llegar a algún lado, lograría hacernos parar, acercarnos al arcén y sentarnos a mirar a nuestro alrededor sumergidos en una profunda desesperanza.