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Jose bernardo gomez

El nuevo reto de Venus

Los dos astros que escoltan a la Tierra en su deambular alrededor del Sol, acaban de iniciar sus respectivos tránsitos por los signos de Virgo y Sagitario. Se trata de Venus, el plantea que representa la búsqueda de la unión, el placer, la sensualidad, la belleza y el amor; y Marte, el que expresa el impulso instintivo, la fuerza física, la agresividad, el ataque, la lucha y la conquista.

Venus y Marte simbolizan energías contrapuestas, pero al mismo tiempo complementarias. El polo positivo y el polo negativo de una entidad, la cualidad femenina y masculina de la existencia, las fuerzas del yin y el yang, que se manifiestan constantemente en la dinámica de la vida.

El pasado fin de semana Venus y Marte se hallaban en una posición zodiacal que sugería confrontación entre lo que ellos representan. En esa rivalidad, Marte estaba mejor posicionado, pues al avanzar por Sagitario lo hace en un ambiente que le es propicio; mientras que Venus debe someterse a los dictados estrictos, sutiles, mentales y pragmáticos de Virgo.

El signo de Sagitario adquiere en estos días mayor relevancia. Ese sector del cielo debe acoger tres huéspedes de difícil comportamiento: la Luna, inestable y caprichosa; Marte, agresivo y violento; y Saturno, exigente y controlador. La estancia de la Luna es menor a tres días; Marte se quedará algo más de dos meses; mientras que Saturno permanece alojado allí por largo tiempo.

En el signo del Centauro Arquero se escenifica la batalla de estos días. Saturno detiene su marcha en retroceso, para poder avanzar nuevamente. Allí se le unirá la Luna, y se creará un triángulo de mucha presión con Venus, desde Virgo; y con Neptuno, desde Piscis. Estos cuatro astros enfrentados, que simbolizan cualidades muy diferentes, presagian días de contradicción, confrontación y confusión.

La Luna –aliada femenina de Venus– comienza a mostrarse, pues entra en su fase Creciente. La condición emocional y la cualidad misteriosa de nuestro satélite salen a flote, elevando la sensibilidad venusina. En su paseo por los predios de Virgo, el planeta del amor y la belleza forma ángulos conflictivos con la propia Luna, con el estático Saturno y con el soñador Neptuno.

Ahora Venus cambia de adversario. Al seguir su marcha zodiacal, deja atrás el careo con Marte, y reta simultáneamente a Luna, Saturno y Neptuno. Los efectos de esa triple competencia tienden a expresarse en una sensación de debilidad afectiva. La Luna en crecimiento proporcionará intensidad a las emociones; Saturno, control e inhibición en la expresión de los sentimientos; y Neptuno, evasión ante las exigencias de la realidad, para refugiarse en idílicas fantasías.


astrologuia.wordpress.com

Photo Credits: Jason Milich

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